sábado, 7 de junio de 2008

Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull. Emoción, nostalgia y cierto rescelo.


El profesor Henry "Indiana" Jones vuelve a las andadas, el arqueólogo-aventurero más reconocido de la historia se embarca en una nueva travesía para evitar, junto a un nuevo colega y a un viejo amor, que los soviéticos se apoderen de un extraño secreto, oculto en las entrañas de la selva amazónica, que pude ser la clave para ganar la naciente Guerra Fría y poder dominar el mundo.

"Luchas como un jovencito, ansioso por empezar y rápido para acabar" Irina Spalko

Trepidante y altamente nostálgica, India Jones en su cuarta entrega nos regala mucho que disfrutar y recordar, secuencia tras secuencia podemos sentir la adrenalina recorrer nuestros cuerpos pero en menor medida que los famosos guiños y 'pies de página' que se dan a lo largo de la cinta, ya que son éstos los que proporcionan un toque especial y que varios, sino muchos, de los espectadores pueden gozar.

La esencia de la idea original se encuentra intacta hasta cierto punto, aunque se observe a un Dr. Jones-Harrison Ford más entrado en años y sin la agilidad que tuvo para hacer la primer trilogía se ve que puede manejarse, aun, muy bien en cada momento de acción, solo ayudado (o exagerado, como quieran), en algunos tramos, por los ya famosos e inevitables efectos digitales pero haciendo notar siempre la astucia y experiencia que ha logrado con los años; hay nuevos personajes que a fuerza de golpes, como Mutt Williams interpretado por el actualmente muy solicitado Shia LaBeouf, se hacen un hueco para llegar al público y otros muy conocidos, como la simpática Marion Ravenwood encarnada de nuevo por Karen Allen, parece que nunca dejaron de estar al lado de 'Indy' desde la fascinante "Raiders of the Lost Ark".

La irrupción en esta nueva trama de la elegante y apreciada Cate Blanchett (Galadriel en "The Lord Of The Rings") como la agente Irina Spalko es muy oportuna y da gusto verla convertida en la contraparte del Dr. Jones, resalta por el hecho de que es la primer némesis que Indy enfrenta a lo largo de sus andaduras, su fuerza actoral y frialdad le hace tener un buen puesto entre los históricos enemigos de nuestro querido profesor de arqueología; y no podemos dejar atrás al veterano John Hurt como el profesor Henry 'Ox' Oxley que hace un respetable papel con el que ocuparía, desde mi punto de vista, el puesto de los viejos amigos de Indy que ya han pasado a la otra vida.


Estéticamente, desde un principio, se hace notable el estilo único de Don Steven Spielberg con el agregado de que en los primeros cinco a diez minutos se puede sentir un aire tan ochentero típico de las antiguas "Indiana Jones" que uno se siente (en mi caso, claro está) devuelto a su niñez, entusiasmado con aquellos nazis rigiendo sobre territorio egipcio, sacerdotes "arranca-corazones" o caballeros templarios inmortales.

El guión de "The Kingdom of the Crystal Skull" es bastante singular porque encierra casi en su totalidad la cultura popular (y sus mitos) generada en la década de los 50's en los Estados Unidos, por un lado tenemos la 'fiebre extraterrestre', la era atómica (un 'encuentro cercano' entre Indy y una bomba es una situación que no termino de asimilar), la moda rebelde predecesora del 'twist' y, por el otro, las referencias a la persecución político-social de comunistas en territorio norteamericano, los inicios del FBI (¿o los famosos men in black?) y la desquiciada pero audaz estrategia soviética por incurrir en la investigación psíquica.

Y es exactamente éste último punto el que da pie para que la calavera de cristal sea el objeto vinculante para empezar la acción que llegará hasta el objeto mítico central: "El Dorado" (famosa ciudad antigua hecha de puro oro para quienes no sepan); pero, ¡y aquí van los famosos peros!, la calavera de cristal y lo que se encuentra en "El Dorado" (no la ciudad en sí) contrasta irreverentemente con los objetos y lugares míticos de las anteriores películas provocando un cierto...no se que... que no termina de convencer al espectador de hueso duro que esperaba algo tan magistral como en "The Last Crusade".

La utilización de la nostalgia como método de enganche está muy bien, con lo del sombrero, el látigo, la base militar donde se encuentra el Arca de la Alianza, el recuerdo de Marcus Brody y del Dr. Jones padre, la fobia a los ofidios, etc. etc. encantan, mueven el sentimiento pero la intromisión del modernismo implantado en el film y el final muy a lo acostumbrado de Spielberg tienen un poco del George Lucas espectacular que olvida de algún modo la profundidad del argumento centrándose en los efectos.


Es probable que todos éstos elementos conjugados no puedan ser apreciados como una película "seria", pero es simpática, divertida y desbocada de tal manera que parece que fue hecha adrede, con intensión de ser una obra en la que no haya formalismo o reverencias, en que la idea es causar un cruce de sentimientos que, aunque rechazado por los muy conservadores, es en extremo llamativo para las nuevas generaciones o los no tan seguidores del Dr. Jones.

Dos puntos a señalar... ALERTA SPOILER 1º si existiese una secuela con la intención de convertirse en otra trilogía no estoy muy seguro de que Shia LaBeouf sea el mejor sucesor de Harrison Ford, y es una cosa con la que Spielberg y Lucas están jugando cuando en una secuencia parece que se le da la batuta a Williams pero Jones rápidamente se la arrebata.

ALERTA SPOILER Y 2º es que si uno pone mucho ojo, hay dos escenas que están para enmarcarlas dentro de un tributo a Indiana: la primera es cuando el grupo de soldados soviéticos hacen un círculo alrededor de Jones apuntándole con las armas en un claro simbolismo como cuando se presentan las armas a lo largo de una alfombra cuando un diplomático de alto rango o un jefe de estado llega otro país y es recibido con máximos honores.

ALERTA SPOILER La segunda y aun más imponente es cuando Indiana sube a un montículo observando el hongo atómico de la explosión de la cual se ha salvado, y es cuando ante nosotros tenemos, tal vez, la esencia del personaje elevado a la máxima potencia pues es establecido como ícono de una era, comparando la huella que ha dejado (tanto en la cinematografía como en la cultura pop) con la estela de la más mortífera arma por excelencia. FIN SPOILER

P.D.: ¡AL FIN ME QUITE LA ESPINA!¡PUDE VER UNA ENTREGA DE INDIANA JONES EN EL CINE! JEJEJE

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