martes, 28 de abril de 2009

RACE TO WITCH MOUNTAIN. Entretenimiento de cabo a rabo


Jack Bruno es un taxista que lleva una monótona vida en la gran ciudad de Las Vegas; sin desearlo, de un día para otro, un par de extraños adolescentes cambiarán radicalmente dicha monotonía y en menos de lo imaginado Jack se convertirá en parte de una carrera por salvar a la Tierra.

"Bueno, ustedes no lucen como aliens".
Jack Bruno


Las películas hechas por Disney siempre se han caracterizado por ser dirigidas a un público infantil-adolescente y en donde, por razones obvias, la historia será de fácil lectura y comprensión, con personajes simpáticos y situaciones equilibradas tanto de acción como de risa, además de presentar protagonistas que ronden las edades del público objetivo así como la presentación de personajes icónicos, dependiendo de la generación, como en ésta ocasión, la aparición de Dwayne "The Rock" Johnson.

La trama es muy sencilla, un par de jóvenes extraterrestres llegan a la Tierra con una misión para salvar a su planeta y al nuestro de una destrucción casi inminente, en medio de ésto son perseguidos tanto por federales (o algún tipo de "Hombres de Negro" que buscan hacer de ellos casi lo mismo que con el mítico caso de Roswell), como por un enviado de su mismo planeta que tratará de arruinar su misión.

Ahora ¿Dónde cabe Jack Bruno (The Rock) en ésta trama?, pues resulta que de buenas a primeras el "pobre" taxista es quien debe llevar, guiar y, por si fuera poco, rescatar a los jóvenes aliens de quienes los persiguen; si bien es cierto que el guión es bastante facilista no deja de lado una avalancha de acción, y de cierta comedia, que va casi de principio a fin, poco se puede detener el desarrollo de eventos pero con la salvedad de que cada "pausa" entre acción y acción (o humor y humor) es para profundizar en el hecho del por qué están dichos jóvenes aquí, quiénes los persiguen, qué pasa si no cumplen su misión, etc. etc. pero con diálogos sencillos, directos y relativamente breves.


Ésta es una película basada en una historia de Alexander Key (escritor estadounidense) y de la cual ya se habían hecho dos películas anteriormente entre 1975 y 1978 llamadas Escape to Witch Mountain y Return from Witch Mountain; en ésta ocasión ésta historia es retomada y reescrita (y según sé no tiene mucho que ver con las originales) por los novatos Matt López, Mark Bomback y dirigida por, el también novato, Andy Fickman.


Aunque tiene problemas típicos de continuidad, subhistorias que no tiene una conclusión y que solo sirven de relleno (como Bruno y los matones que los siguen) y un par de situaciones un tanto ridículas, el film de por sí es muy entretenido, hasta trata no tan sutilmente (como muchas otras incluyendo The Day The Earth Stood Still) el tema ecológico, el cambio climático y cómo deberían presentarse los aliens a los seres humanos cuando entren en contacto; las persecuciones, los elementos paranormales y las actuaciones, que en general, son muy buenas para el tipo de película dejando al espectador con una grata impresión y esperando una más que posible secuela.

La actuación de The Rock como Jack Bruno es bastante pasable, y aunque es un tanto como Vin Diesel (más golpes que diálogo), no deja de ser un tipo bonachón, el cual, no deja de tener ese carisma que ostenta dentro del cuadrilátero de lucha. Carla Gugino como la Dra. Alex Friedman, que aparece en poco menos de la mitad de la película, es el típico enlace sentimental del protagonista pero, en éste caso, si ponemos un poco de ojo a la pareja que forma con Bruno nos podemos dar cuenta de una cierta parodia a una de las parejas más famosas de la ciencia ficción (Fox Mulder y Dana Scully).


AnnaSophia Robb y Alexander Ludwing, quienes son los jóvenes aliens Sara y Seth respectivamente, realizan papeles muya acordes al tipo de actitud y presencia que denotan en pantalla, mientras que la primera es más sentimental y compasiva, el otro es más frío y lógico, una cree en los seres humanos mientras que el otro duda de ellos. Ambos son nuevos talentos que han surgido en el mundillo del cine en corto tiempo y por dicha razón aun les hace falta mucho camino que recorrer para lograr actuaciones memorables, aunque éstas son bastante creíbles.

Pero hay algo muy notable, los respectivos enemigos, los federales por un lado, liderados por el inflexible y hasta déspota agente Burke (Ciarán Hinds) no pasan de ser un remedo de agentes de alto calibre y capacidad, solo el jefe se salva, los demás son niños en trabajos de adultos, no dan el ancho, tampoco transmiten temor o respeto, algo que, por otro lado, el casi indestructible Siphon sí hace durante la mayoría del film pero emulando una de las "cualidades" clásicas, tanto del extraterrestre malvado y del ser humano típico, destruir todo a su paso sin lógica alguna; lastimosamente al final (en específico su batalla con Bruno) solo me recordó aquel sinsabor que sentí al ver el final de Alien: Resurrection.


En cuestión de efectos especiales no hay mayor novedad pero tampoco se cae de los estándares establecidos por otras producciones, especialmente las que tratan el tema de Ciencia Ficción, pero hay una que otra secuencia de efectos digitales que no dejan muy convencido al que lo capta (incluyendo una escena con balas); el ritmo es bastante rápido pero puede seguirse sin problema y no dejan de dar emoción con ciertos giros, aunque no tan significativos para la trama, pero que le dan frescura e impulsan las subsecuentes secuencias.

Un apartado especial merece el compositor de la música del film, Trevor Rabin, a quien he seguido desde hace un tiempo y no deja de sorprenderme su capacidad para darle cada película un aire muy especial con sus partituras, recuerdo que mi fascinación empezó al escuchar la banda sonora de la película Bad Company (Anthony Hopkins y Chris Rock); en Race to Witch Mountain lo logra de nuevo dándole mucho más fuerza y rapidez a cada secuencia. Sea como sea, éste film es bueno en dentro de su categoría y lo importante es que entretiene a jóvenes y adultos por igual; es Disney, ¿Qué se podía esperar?


martes, 21 de abril de 2009

SLUMDOG MILLIONAIRE y el cine premiado


Ya tenía varias semanas de atraso para publicar esta entrada, pero más vale tarde que nunca. Slumdog Millionaire es una película de producción inglesa dirigida por el también inglés Danny Boyle y co-dirigida por la india Loveleen Tandan, recientemente se llevó ocho premios de la Academia (los Oscar) incluída las categorías de mejor película y mejor director. Ahora bien, es posible que sea ese tipo de películas que no llamen demasiado la atención del gran público (esta lejos de ser un blockbuster), sin embargo su calidad es innegable. Después mencionaré algo sobre si realmente la película merecía o no todos los premios recibidos.

El filme es la historia de Jamal Malik (Dev Patel), un joven indio que es interrogado y torturado brutalmente la noche después de su primer día de participación en un concurso de lo más popular en India "Quién quiere ser millonario". Jamal ha contestado bien a todas las preguntas y lleva acumulado un millonario premio, pero la razón de su interrogatorio es que nadie realmente cree que un muchacho "de la calle" como él sepa realmente todas las respuestas. Es así como inicia el filme, y justo en dicho interrogatorio Jamal empieza a contarle al jefe de policía las razones por las que ha logrado saber las respuestas a todas las preguntas del concurso, y dichas razones estan muy lejos de una biblioteca, escuela o universidad.


Creo que lo más fuerte de éste filme es la historia que nos cuenta, en casi todos sus aspectos, la historia en sí, la forma en que esta contada y cómo esta realizado dicho relato (cinematografía y musicalización); muy diferente a otras películas llamadas informalmente "películas de actores" donde lo más fuerte son las magníficas interpretaciones de sus protagonistas por encima de la historia.

Como ya había dicho, el filme empieza con Jamal Malik, contandole a los policías las razones por las que ha podido responder todas y cada una de las preguntas del primer día, y es allí donde radica la fuerza de la forma en la que esta contada la película, pues a modo de flashbacks vamos viendo las vivencias que ha tenido Jamal y que lo han llevado a saber las respuestas (por supuesto, esto de los flashbacks no es nada nuevo ni por cerca, pero esta muy bien aprovechado) estas vivencias son como "episodios" que se encadenan para contarnos la propia vida del joven.

Los recuerdos de Jamal empiezan desde que era un pequeño niño, donde seremos testigos de situaciones divertidas (como la del autografo) otras muy violentas (cuando Jamal y su hermano quedan solos) y varias otras escalofriantes (como cuando son "reclutados" por unos rufianes). Resulta que varias de éstas situaciones son las que en algún momento causaron molestia en ciertos sectores de India, pues había incomodidad en que gran parte del mundo viera las condiciones de extrema pobreza y de.... miseria/maldad que se vive en ese gran país. Por esa parte, se puede decir que el filme nos cuenta cosas que no sabíamos o que tal vez solo imaginabamos (aunque claro, estoy seguro que si de nuestro país se sacaran anécdotas de éste tipo, el resultado sería bastante parecido). Pero volviendo al tema, aquí es cuando Jamal conoce a una pequeña niña, Latika, personaje que estara presente en casi todas sus experiencias importantes y niña de la cual él se enamora, convirtiendose en el personaje detonante para las motivaciones del protagonista.


Cada grupo de anecdotas esta contada en una franja de tiempo específica, en el primer grupo los protagonistas estan muy niños. El segundo grupo de anecdotas toman lugar cuando Jamal y su hermano ya estan un poco más crecidos (pubertos tal vez) y empezamos a ver la dirección que empieza a tomar cada protagonista (Jamal, Salim su hermano y Latika). Dicho sea de paso, su hermano Salim se convierte en una especie de Caín, pero al mismo tiempo un antihéroe, que afecta la vida de Jamal tanto para bien como para mal. Finalmente llegamos al tercer grupo de anécdotas, mucho más cercanas al "tiempo actual", donde finalmente nos enteramos de cómo Jamal ha llegado a donde esta y conocemos el motivo real de su participación en el dichoso concurso, el cual no tiene nada que ver con el deseo de convertirse ralemente en millonario sino má bien con un añorado y muy sufrido reencuentro.

La cinematografía es muy interesante, una vez más debo admitir que no es nada nuevo, no se han inventado una nueva rueda, pero esta muy bien empleada. La anecdota inicial, cuando Jamal y su hermano Salim son perseguidos por un policía a través de los barrios pobres de Mumbai utiliza una cinematografía muy variada, a manera de que mostrar al espectador todos los "paisajes" y rincones del lugar (por ejemplo, esa vista cenital de todas las pobres viviendas o "champas" como llamamos en nuestro país, es impresionante), también la forma en la que es seguida la persecución, vista desde una gran cantidad de ángulos sin que jamás perdamos la continuidad de la acción. También existen tomas muy impresionantes, como la vista desde el edificio en construcción donde Jamal encuentra a su hermano después de varios años.


La musicalización va desde piezas instrumentales, hasta canciones indias y otras no indias, las cuales me parece que estan muy bien atinadas y empleadas. La cinematografía es muy ingeniosa y muy variada, aunque tal vez tenga un poco más de rasgos de videoclips (levemente similar a las películas del director Tony Scott) que de película clásica. Rspecto a las actuaciones, diría que aunque no hay una que destaque de manera espectacular, estan todas muy correctas y funcionan muy bien (quizás una de las más vistosas sea la de Anil Kapoor, como el anfitrión del programa "Quiero ser millonario", Prem Kumar), sin embargo, esto tiene en parte una justificación, ya que los mismos protagonistas tienen que ser interpretados por distintos actores a lo largo de la película debido a las diferentes edades que se representan, así la hermosa Freida Pinto que interpreta a Latika aparece relativamente poco aunque su personaje sí se presenta temprano en el film.


La película me ha parecido muy buena, pero si hablamos sobre los premios recibidos, los globos de Oro, los BAFTA, los Critic's Choice y los de la Academia (los Oscar) por mecionar algunos, es posible que algunos cinéfilos no esten del todo de acuerdo (siempre y cuando la hayan visto), y es que en esto del arte el elemento subjetivo se extiende como una sombra, en algunos casos más que otros. Yo vi "The curious case of Benjamin Button" por ejemplo, y creo que a pesar de que es una magnífica película, Slumdog Millionaire representa un tipo de cine diferente al estadounidense, hasta cierto punto me parece un incentivo para que proyectos con presupuestos no tan millonarios pero de buena calidad puedan seguirse realizando con la esperanza de que serán reconocidos y recompensados. No he visto las otras nominadas a mejor película por parte de la Academia (The Doubt, The Reader, Frost/Nixon, The Wrestler), ninguna de ellas se ha exhibido en nuestro país, para variar, pero sí creo que Slumdog Millionaire es tan ganadora como otras de gran calidad que han ganado pero donde su "superioridad" sobre las otras nominadas tampoco ha sido tan clara, como "A Beautiful Mind" o "Crash", por poner algunos ejemplos famosos en este tema. Si alguien quiere abrir un debate al respecto, los espero en los comentarios.

Slumdog Millionaire es una muy buena película, resulta muy refrecante ver una película que aunque de producción inglesa, es muy diferente de las películas norteamericanas e incluso de las inglesas. Con una historia interesante y muy bien contada que al mismo tiempo nos mostrará realidades duras pero de cierto modo edificantes de otro país tan distante como La India.

Fotos extraídas de Rotten Tomatoes

sábado, 11 de abril de 2009

DRAGON BALL EVOLUTION...Desastre de proporciones épicas


Gokú es un joven diferente que, de pronto, se encuentra sumergido en una aventura en la cual deberá encontrar las 7 esferas del dragón para evitar que un maléfico ser llamado Piccolo realice su venganza destruyendo la Tierra.

Muy pocas veces he ido al cine teniendo prejuicios sobre alguna película, en adaptaciones he tenido que hacer de lado mis conocimientos sobre el comic, la novela, historia o versión original en que se basa algún film que deseo ver, pero desde que inició todo con la adaptación de Dragon Ball a la pantalla grande...nada, absolutamente nada daba la posibilidad de tener, por lo menos, el beneficio de la duda.

El bombardeo fue tal que sentí que no valía la pena arriesgarme, pero al final me dije: "Ok, como crítico debo tantear todo lo que se ponga al frente y expresar una opinión de primera mano"; bien, entonces me encaminé con mis dos vecinos, convencidos de que lo que íbamos a ver ese día no iba ser algo de nuestro gusto...

...Y ciertamente, así fue; en las siguientes líneas haré una apreciación de Dragon Ball Evolution de dos maneras: la primera será como conocedor (ojo NO FAN) de la historia de Kakaroto y la segunda será desde el ojo de alguien asiduo al cine, analista y, definitivamente, crítico.

Sin más que decir comienza el modo 'conocedor'...

Dragon Ball Evolution es una de las peores adaptaciones que haya visto en mi vida, la no inclusión de personajes importantes, personalidades totalmente cambiadas, esencia de la historia puesta en ridículo, peleas que harían a los enfrentamientos de los Power Rangers merecedores de un oscar a la mejor coreografía (si lo hubiera), efectos 'disque' especiales, un guión nefasto, un Piccolo que es el único más parecido a la serie (por la figura solamente), un Gokú llevado a los más bajos estándares de un héroe icónico...una BASURA de película en toda la extensión de la palabra.

Termina modo 'conocedor'...

Comienza modo normal (o sea como suelo hacer los reviews de otras películas)

Después de haber dirigido unas pocas películas, entre las que se pueden destacar Final Destination 1 y 3 y The One se podía esperar que el director honkonés James Wong tuviera la oportunidad de despegar de una buena vez como un director decente al tener en sus manos una de las historias más populares del manga y del anime japonés como lo es Dragon Ball del conocidísimo Akira Toriyama.

Las Final Destination tienen su "gracia" en el morbo que causa en el público la expectativa de ver como morirán cada uno de los involucrados gracias al "designio" que los persigue; por su lado The One, con el incansable Jet Li, da una película de ciencia ficción muy entretenida y que aborda un tema que nunca o casi nunca se ha tocado y permite un despliegue muy interesante, aparte de contar con coreografías de lucha que solo pueden ser hechas por gente como Li.

Pero, al entrar en terrenos de Dragon Ball Evolution hay demasiadas espinas que evitan que éste film sea memorable o tan siquiera decente; es cierto que la historia creada por Toriyama es basta aunque fríamente sencilla, pero que bien manejada hubiera servido, por lo menos, para crear una trilogía de acción ilimitada y efectos especiales al por mayor. Desde un principio la película da malas sensaciones, la introducción trata de 'educar' al público en relación a hechos antiguos que fundamentan la trama que está por venir pero cae en dos errores gigantesco: el primero es utilizar efectos digitales para crear figuras inentendibles y que dejan al público un tanto mareado y por el otro tratan de condensar una larga historia totalmente ajena a la serie original.

Es cierto que una adaptación es la libre interpretación de una obra, pero, después de ver enormes acierto en el campo como Iron Man, The Dark Knight, Watchmen e incluso el Speed Racer de los hermanos Wachowski uno no deja de sentirse defraudado por el manejo e 'interés' puesto en Dragon Ball. Defraudado como espectador, ya que en el pasado se tuvieron famosos "epic fails" (o fallos épicos) que con solo mencionarlos a muchos les dará náuseas (léase Street Fighter de Van Damme y Mortal Kombat II Anihilation) y la gente esperaba que no se volvieran a repetir.

Pero lo cierto es que Dragon Ball Evolution, aunque digamos que es para un público infantil, repite los errores de los films ya mencionados y muchos más; hay que hacer hincapié en el guión (escrito por el novato Ben Ramsey) que es la tela que une toda la película, es una desbarajuste de ideas tomadas al azar, de principio a fin el guión tropieza una y otra vez; los diálogos son simples, no convence con las repentinas interacciones entre personajes y deja elementos muy vagos como el famoso eclipse y su influencia; se puede considerar que la historia en general es desbocada, da la impresión como que quieren llegar al final de una sola vez.

Veamos los personajes: Justin Chatwin, quien interpreta a Gokú, ni siquiera intenta llegar al nivel de simpatía que se puede tener de un héroe icónico, trata de parecer inocente e ingenuo pero termina siendo un inadaptado, más aun dentro de una escuela donde hay matones y todo eso que parece ser tan frecuente en las aulas estadounidenses que a uno lo deja realmente hastiado y eso empeora pues llega a parecer la mala imitación de la mala adaptación hecha de Peter Parker en la pasada trilogía de Spider Man; su debilidad (tanto física como emocional) es latente de principio a fin y nunca termina de cuajar, no evoluciona como le pasa a muchos héroes y superhéroes cuando se enfrentan a grandes desafíos, aunque es cierto que en la película no hay grandes desafíos.

Chow Yun Fat, un veterano del cine de acción y de artes marciales, un respetable actor de oriente se dejó seducir por algo, no se qué, para interpretar al maestro Roshi y aunque pone su toque y logra darle a Roshi una personalidad muy peculiar llega al punto de parecer sobreactuado y sin mucho peso. James Marsters (conocido por mucho como el vampiro Spike de la serie de Buffy) interpretando a Piccolo, no tiene mayores líneas y su maquillaje está muy de acuerdo con la figura del original pero deja un tremendo sinsabor al no desplegar el enorme poder que uno esperaría, haciendo que todos se pregunten ¿Y ese era el mero mero?

Por su lado, Emmy Rossum como Bulma parece adpatarse bien a su papel y hace cierta justicia a su personaje dejándola como alguien fuerte, bien parada y algo aventada; Chi Chi (o Milk como quieran) interpretada por la bella Jamie Chung, también se parece un tanto a la de la serie original, en cuestión de ser una chica serena y simpática pero que tiene su lado explosivo y muy dinámico; Mai (papel dado a Eriko Tamura), la contraparte maligna de las ya mencionadas, es un personaje tan secundario, sin casi ni una palabra que decir, el típico secuaz que no pasa a más y que ofende en el sentido de que le han otorgado una forma, casi al calco, de Mystique de los X-Men.

Para terminar, Randall Duk Kim, un veterano actor recordado como El Cerrajero de Matrix Reloaded, logra ser el único más rescatable de los personajes ya que al hacer del abuelo Gohan, aunque por muy poco tiempo, deja la sensación de ser un hombre sabio, astuto y muy buen peleador para su edad. Solo por decir algo, Joon Park hace el papel de Yamcha y lo único destacable es que es alguien tan mal encarado y sin tanto protagonismo que la película se desarrollaría igual sin su presencia.


Dejando de lado a los personajes, nos vamos a la producción en general; si hablamos de efectos especiales puedo asegurar que, al menos, unos cuantos son efectos decentes, los restantes son de una calidad por debajo de los estándares actuales, poniendo en evidencia la poca intensión, en específico de los estudios FOX, por darle la importancia debida al film. Hay que destacar que los vehículos usados, tanto por Bulma como por Yamcha, y las ciudades en las cuales transitan son muy interesantes ya que destacan un cierto futurismo que alude a los escenarios de la serie.

La fotografía solo en un par de escenas es destacable como en las del amanecer o atardecer en un lago, lo restante pasa sin pena ni gloria; en cuestión cinematográfica, no hay novedades que destacar, los movimientos de cámara, en muchos casos, son totalmente arítmicos y desinconizados con las coreografías de pelea y hay una insolente cantidad de secuencias que utilizan la famosa cámara lenta pero para resaltar situaciones o detalles absolutamente irrelevante como una patada o una voltereta que no abonan en nada a la historia y eso que las peleas y batallas a lo largo de la película son muy pocas. Y la edición deja mucho que desear, al hacer cortes tan bruscos de una secuencia a otra y cortando la poca continuidad que se tiene en alguna partes del film.

La presencia del monstruo Oozaru es de lo más absurda al igual que los "clones" de Piccolo, tanto por lo que realizan como por su presencia, la cual, solo recuerda a los trajes de criaturas usados en películas anteriores a la revolución digital. Es cierto que, hablando de seres, historias y demás; las caricaturas, especialmente las de antaño, eran en cierto grado ridículas y solo buscaban entretener sin una base sólida o queriendo atraer a un público maduro, pero, eso no es excusa para que una adaptación no trate la idea original de una caricatura con la importancia o respeto debido y más aun cuando en su texto habla de una evolución de la idea, situación que hace que la película quede muy en deuda con el espectador.


En la trama no hay giros inesperados o subhistorias destacables (aparte del romance Gokú-Chi Chi), no tiene una banda sonora que de buenos compases y en general el ritmo no permite que en el público tensión, expectativa, interés o esa cosquilla de ¿qué irá a pasar?, no toca fibras sensible de ningún tipo y no hace que sintamos esa motivación o aceleración al enfrentarnos a algo espectacular como la esperadísima batalla final entre Piccolo y Gokú que es de lo más suave, sin gracia y tan mal realizada para tratarse del clímax del film que, a mis vecinos y a mi, nos dejo aburridos y convencidos de que lo que vimos era el resultado de hacer una película sin cariño, sin seriedad y solo por sacar algo; grave error de FOX, grave error de Wong y de los demás involucrados.

Una opinión muy personal y sin ser, ofensivamente, subjetivo... en ésta película no puedes decir "me sentaré y la disfrutaré" pues no hay nada que disfrutar; tampoco puedes decir "es una película para niños", una gran mentira, actualmente los niños son más avispados y ya han visto películas mucho más complejas, entretenidas y espectaculares como para que ellos también le den el visto bueno a éste remedo de film.

P.D.: El dragón Shen Long no es para nada espectacular, parece una lagartija brillante más parecida a las crías del Godzilla de Ronald Emmerich.

Imagenes propiedad de rottentomatoes

miércoles, 8 de abril de 2009

MONSTERS VS ALIENS, espectacular entretenimiento en 3D


Dreamworks ha producido sin duda alguna muchas películas animadas realmente graciosas y muy entretenidas, en esta ocasión nos presentan MONSTERS vs ALIENS pero con un agregado que sus anteriores títulos no tenían, y me estoy refiriendo a la “Tercera Dimensión” o “3D” como la mayoría la conoce. En pocas palabras diré que la experiencia vale la entrada y por mucho (entrada que es casi el doble al precio convencional).


La película trata de una chica llamada Susan, a quien le cae por accidente un meteorito en la cabeza justo en el día de su boda, el meteorito contiene una poderosa sustancia espacial buscada por un malvado alienígena llamado Galaxar. Lo que Susan no sabe es que su pequeño accidente le cambiará por completo el tamaño de su vida (nunca mejor dicho), convirtiéndola en un “monstruo” y por lo cual será llevada por la milicia a formar parte de un selecto y excéntrico grupo de fenómenos que son conservados por el gobierno de los Estados Unidos como parte de su programa secreto de operaciones. El alienígena Galaxar hará todo lo que sea posible para recuperar dicha sustancia, invadiendo nuestro planeta y obligando a la milicia americana a “soltar” sus secretos.


Es difícil hablar de ésta película sin mencionar el efecto que produce las imágenes en 3D en el espectador, desde que inicia la película uno sabe que la experiencia va a ser distinta, no tanto por su historia, ni por los gráficos o los personajes, sino porque todo lo anterior se ve potenciado cuando tenemos la sensación de que estamos aún más cerca de todo lo que ocurre en ella. No solo tenemos en numerosas ocasiones la sensación de que objetos o personajes se han salido literalmente de la pantalla para situarse delante de nuestras narices, sino que tambíen los fondos se ven con una profunidad muy real. Pero habiendo aclarado lo anterior, me enfocaré en la película.


Quizás lo más entretenido de ésta película sea la parte humorística y la de acción, varios de los chistes y situaciones graciosas son muy efectivas, aún para los adultos, quienes dicho sea de paso serán los únicos en entender al 100% varias de ellas. El diseño de los personajes es increíble (hablando de los monstruos) y es aquí donde podemos apreciar con detenimiento el avance que ha tenido el estudio de animación Dreamworks en cuanto a gráficas. B.O.B., es una masa gelatinosa capaz de deformarse y tragarse casi cualquier objeto. El Doctor Cucaracha es un científico loco, que por un experimento quedo convertido en cucaracha, y en consecuencia posee la facultad para sobrevivir de estos bichos. El eslabón perdido es una especie de mono cruzado con hombre pez. Insectosaurio, pues es una larva de insecto gigante. Susan, la desafortunada novia de enorme tamaño con superfuerza es la que completa el grupo.

El filme inicia con la historia de Susan, para luego mostrarnos al resto de monstruos protagonistas. Luego la invasión de Galaxar tiene lugar y cuando las fuerzas militares no son suficientes para detener a un robot gigante extraterrestre del invasor, los monstruos son llevados para que lo destruyan. La línea argumental es sencilla y no hay donde perderse, pero al mismo tiempo no hay mucha posibilidad de hacerla más rica. Los momentos más cómicos suelen venir de las situaciones en las que se mete Susan pero principalmente con las tonterías de B.O.B., quien sin duda se roba varias de las escenas. Como dije anteriormente, los momentos de acción son de lo mejor, en especial el combate inicial contra el robot gigante en San Francisco y la colosal batalla final... habrán risas a montón, eso es seguro.


Ahora bien, si hablamos del aprovechamiento de la trama por parte de los guionistas o la solidez de los personajes, Dreamworks aún esta lejos de PIXAR, pero.... lo repito... no importa, la película es todo un espectáculo visual, es muy graciosa (la película es PERFECTA para los niños) y tiene mucha acción (algo que no puede adivinarse por completo en los avances como sí ocurre con la parte humorística). Monstruos vs Aliens es altamente recomendable, para el que no haya visto antes una película en 3D será una experiencia inolvidable (para mí lo fue). Esto sin duda abre la puerta para el cine en tres dimensiones, porque se acerca PIXAR con su película UP, que también será en 3D... hasta entonces.

Fotografías obtenidas de Rotten Tomatoes

martes, 7 de abril de 2009

FAST AND FURIOUS. La secuela más justa de todas



Después de varios años Dominic Toretto sigue con sus andadas fuera de la ley por otras partes del mundo hasta que una tragedia personal lo fuerza a volver a su natal Los Ángeles y reencontrarse con su hermana, un viejo "amigo" y con la clandestinidad y adrenalina de las carreras callejeras a máxima velocidad.

"Como los viejos tiempos" Dominic Toretto

Hace ya varios años vio la luz una película que retomó el concepto, enchapado en la década de los 70's, de autos, carreras callejeras, grupos clandestinos y demás; The Fast And The Furious fue el inicio de una franquicia basada en la temática de automóviles modificados que iría de manera irregular en las subsecuentes 2 Fast 2 Furious y The Fast And The Furious: Tokyo Drift, por lo cual necesitaba pronto una secuela que hiciera justicia a la esencia de la original.

Es así que aparece, 8 años después, Fast And Furious una entrega que hace mucho mérito a la saga y que rescata, a buen nivel, la mencionada esencia de la original, aunque en ésta ocasión se tiene un poco más de historia y no se centra solo en el "tuning" y las carreras; Justin Lin y Chris Morgan (director y guionista) se reúnen de nuevo después de los resultados obtenidos en Tokyo Drift y tratan de implementar muchos de sus elementos dándole una cierta frescura y rítmo a ésta pero lo que más se puede resaltar de la película es el reencuentro del elenco con que inició la franquicia, no por nada el lema de ésta cuarta película es "Nuevo Modelo, Partes Originales".



Vin Diesel, como el indomable Dominic Toretto, vuelve a uno de los papeles que más fama le dio y donde puede desplegar su presencia física e inconfundible voz pero que no llega a ser una actuación memorable y hasta en algún momento cualquiera podría decir que con el tiempo se volvió un poco blando. Paul Walker vuelve como el agente (ahora del FBI) Brian O'Conner quien, ahora anda detrás de un poderoso narcotraficante conocido como Braga, Walker aparenta un poco más de madurez y más presencia que en la primera y segunda película, pero de nuevo queda opacado por la larga sombra de Diesel.

La contraparte tanto de Toretto como de O'Conner es el esquivo Campos (el supuesto intermediario de Braga) interpretado de forma bastante ajustada por John Ortíz, siendo éste el típico estereotipo del jefe criminal latino y que en la película se le ha querido presentar con un aire a lo Pablo Escobar Gaviria, pero Ortíz no se plantea como un némesis adecuado o por lo menos desafiante, dicha situación solo permite, frozadamente, a que aparezca su mano derecha Fenix Rise rol que recae en Laz Alonso, un poco más fuerte y seguro que Campos pero sin mayor propósito que ser el matón de turno.

Por último, y no menos importante, están las chicas, ¿qué sería una película de carreras sin la belleza femenina de por medio?, Michelle Rodríguez y Jordana Brewster vuelven en sus respectivos papeles de Letty y Mia, aunque en ésta ocasión tienen breves apariciones que solo se utilizan para remarcar ciertas cuestiones muy propias como el vínculo sentimental que las une a Dominic y Brian lo cual logra uno de los puntos de "nostalgia" que Lin establece para el público; de manera simpática aparece una tercera mujer, Gisele Harabo interpretada por la novata pero exótica Gal Gadot la cual deslumbra con su esbelta figura y deja un muy buen sabor de boca con su personaje que, como se diría en el léxico salvadoreño, "no es ni chicha ni limonada" dándole un cierto atractivo extra.

Lejos de ello, la película es entretenida de cabo a rabo, diversión asegurada junto con un poco de nostalgia y una pizca de frescura; el atractivo de los autos utilizados como el poderoso Charger '70 conducido por Toretto, el moderno Skyline de O'Conner y el Torino '72 de Fenix no se dejan pasar por alto junto con otra innumerable cantidad de autos. A nivel técnico podemos admirar la excelente dirección de cámaras que se utilizan para éste tipo de films pero que en algún momento dejan al público algo atontado al querer intentar giros que rompen con la continuidad de las secuencias.



Los efectos especiales son de los más conocidos y usados, pero hay una secuencia en particular en donde la exageración se hace bastante incomible, solo hay que fijarse cuando entran, transitan y salen por un largo recorrido de túneles subterráneos de una manera tan inverosímil que no deja de hacer sentir atónito al espectador. La musicalización por su lado no puede dejar de ser la típica combinación de géneros como el hip-hop, rap, perreo y reggaeton, siendo éstos últimos representados con la intervención casi a quemarropa de un Tego Calderón, que personalmente no deja de incomodar puesto que es un personaje muy rebuscado.

Al final de cuentas Fast And Furious, con todo y sus peros, es la mejor exponente de la idea establecida en la primera, ya que logra un vínculo con ella y con los elementos exactos de una verdadera secuela y hasta se puede decir que ésta tendría que haber sido la 2 Fast 2 Furious y olvidarnos de las otras dos ya mencionadas.

jueves, 2 de abril de 2009

CHANGELING. Un drama de altos quilates


“Nunca empieces una pelea, pero siempre termínala”. Christine Collins

Christine Collins es una madre soltera que trabaja arduamente para mantener una vida decente junto a su hijo Walter quien, un día de tantos, desparece misteriosamente; desde ese momento Christine enfrenta los peores temores de una madre y la negligencia de las autoridades, lo cual la orilla a enfrentar la corrupción que se cierne sobre la ciudad de Los Ángeles.

Bajo la dirección y producción de un legendario Clint Eastwood, Changeling (El Sustituto) es uno de aquellos dramas que no pueden dejarse pasar por alto tanto por la sobriedad de la ejecución, la excelente fotografía, las actuaciones de gran factura como por una historia tan brutalmente conmovedora, escrita por un veterano guionista de la televisión como lo es J. Michael Straczynski (Captain Power And The Soldiers Of The Future, Twilight Zone, Babylon 5) que a más de alguno hará meditar para comparar dichas situaciones con las acaecidas, por ejemplo, en la sociedad salvadoreña actual

Eastwood y Straczynski nos llevan a finales de los años 20 y principio de los 30 en una ciudad de Los Ángeles donde reina la corrupción, el autoritarismo, la negligencia y la represión todo gracias a un departamento de policía totalmente nublado por el poder y que ha olvidado su misión esencial que se basa en servir y proteger al ciudadano común.

Eastwood logra con creces representar, casi al calco, una ciudad, costumbres y aspectos correspondientes con la época en donde se desarrollan los hechos tanto edificios, casas, tranvías, vestuarios, operadoras de telefonía, entre muchos otros con tan buenos resultados que solo obras como El Curioso Caso de Benjamín Buttom pueden superarla. Muy leves detalles escapan al ojo del viejo Clint que sigue, a su edad, dando cátedra de cómo se debe hacer cine.



El laureado director presenta una trama tan fuerte y tan bien desarrollada que hace aflorar sentimientos encontrados en el público, cada secuencia está tan cargada, emotivamente hablando, que en buena cantidad de ocasiones la gente puede sentir la tensión, la rabia, la impotencia y la frustración que enfrenta una madre cuando nadie le cree ni le apoya; también se puede sentir esa sensación de vacío en el estómago por el suspenso y la expectativa que genera cada complicación y cada giro.

Pero es de darle mucho mérito a una irreconocible Angelina Jolie que se aleja, por mucho, de sus clásicos papeles y que hace eco de otros como en Girl, Interrupted y Beyond Borders su caracterización como Christine Collins es excelente, ya que su pálida y demacrada piel, sus expresiones, en las cuales sus ojos y boca son protagonistas de por sí, y su adecuación vocal dejan una imagen de una mujer frágil pero que el amor la mueve para que saque fuerzas de flaqueza y demuestre lo que una madre puede hacer por sus hijos.

Christine no se queda quieta o callada para denunciar que las autoridades han dejado de investigar la desaparición de su hijo Walter y, aun peor, le han dado a un niño cualquiera alegando que es el verdadero niño, haciendo caso omiso de las objeciones de la desesperada madre que halla un gigantesco respaldo en el Reverendo Gustav Briegleb, interpretado por el siempre solicitado John Malcovich, que hace del caso Collins un estandarte más de las denuncias que realiza en contra de la corrupta policía angelina; la actuación de Malcovich, aunque de un perfil relativamente menor a otros trabajos realizados, deja muy gratas sensaciones y, aunque no opaca a Jolie, tampoco se impone como una figura representativa.


Por su contacto con Briegleb y el entusiasmo que le genera, Christine será objeto de varios de los peores abusos de autoridad mientras su hijo sigue perdido; pero los causantes directos de tantos vejámenes y arbitrariedades son los mismos que se suponen defienden a la sociedad como tal; estos corruptos, que se hayan por montones en sociedades como la nuestra y que no tienen reparos en ser jurado, juez y verdugo lo hacen todo solo porque creen tener el poder y la verdad absoluta, es aquí cuando el jefe de policía James Davis y el capitán J.J. Jones (interpretados muy bien por Colm Feore y Jeffrey Donovan respectivamente) causan tanta repulsión, desagrado e intolerancia entre el público por el simple hecho de que se acercan demasiado a la cruel realidad que se vive.

Pero no solo hay policías ‘malos’ también hay ‘buenos’ y es en éste apartado que destaca el detective Lester Ybarra interpretado por Michael Kelly; un agente que por azares del destino al tratar un “simple” caso migratorio se topa con un horrendo escenario que dará un vuelco total a la trama y traerá consecuencias imprevistas para todos los anteriormente involucrados; éste nuevo escenario presentará un nuevo antagonista, Gordon Northcott, un chocante personaje realizado por Jason Butler y que a su paso, un tanto corto, por el film deja una estela de muerte y confusión que hará saltar todas las alarmas, haciendo que la comunidad se movilice para, curiosamente, enfrentar la incapacidad y crapulencia de las autoridades.


Se puede apreciar a lo largo del desarrollo de la historia, cómo aspectos y situaciones dadas en ciertos años y tiempos repercuten en las decisiones, leyes y normativas actuales; como el hecho de que antes, al menos en Estados Unidos, se tenía que esperar un mínimo de 24 horas para comenzar a buscar a niños desparecidos; situación que hoy es inconcebible pero tuvieron que darse situaciones como la vivida por la señora Collins para modificar esos patrones.

Es de recalcar ciertos simbolismos como cuando la señora Collins parece estar tras las rejas de una prisión llorando desconsoladamente, dicha escena denota como se siente en su interior, abandonada a su suerte, con un odio reprimido y encerrada en su propio sufrimiento, situación que solo una madre que haya pasado por lo mismo puede comprender. Así también, se hace un retrato de la realidad, cuando el Reverendo Briegleb habla, ora, predica y denuncia por medio de la radio las atrocidades e incompetencia de las autoridades como ya ha pasado, con otros líderes comunales similares, en muchas ocasiones, en tantos otros países.

A nivel técnico, la película ostenta una de las mejores utilizaciones de claro-oscuros y contraluces que haya visto en mucho tiempo, además del amplio uso de colores opacos, fríos, grisáceos y poco contrastantes, todo eso unido para darle una imagen más sublime para combinar con los sentimientos que denotan los personajes en cada secuencia; la mínima pero muy correcta utilización de música de fondo no deja de ser percibida con mucho agrado y tiende a resaltar el tono emotivo de los momentos clave.