viernes, 13 de marzo de 2009

BURN AFTER READING. Humor negro y poca novedad


Un ex agente de la CIA, Osbourne Cox, se dedica a escribir sus memorias las cuales son "robadas" por un par de ineptos trabajadores de un gimnasio, quienes tratan de chantajear a Cox sin saber en el tremendo lío que se meten.

"Dile a mi esposa que tengo las nuevas llaves" Osbourne Cox

Los hermanos Ethan y Joel Coen vuelven a las andadas después del éxito que resultó ser No Country for Old Men, en ésta ocasión nos presentan Burn After Reading (Quémese después de Leerse) una historia de humor negro que aborda situaciones tanto comunes como irreales que reflejan, desde cierto punto, como las personas llegan a tratar de alterar sus vidas "para bien" cuando éstas ya han avanzado demasiado.

Los hermanos Coen parecen tener una fascinación con los relatos de personas de edades avanzadas, sus formas de vivir, de relacionarse y hasta de morir; parece que por medio de sus guiones tratan de darnos una "lección" de que no importa la edad para tener algo relevante qué contar. Dándoles el beneficio de la duda es innegable que las personas adultas (no necesariamente ancianas) tienen mucho que aportar pero viéndolo fríamente, las formas de conducción de los personajes que éste film, el ambiente en que se desarrollan y las relaciones que ejercen con otras personas llegan a ser aburridamente tediosas.

Se abarcan temas de la infidelidad en matrimonios que ya tienen mucho tiempo conviviendo, haciendo una crítica, ya rayada, y que suele ser un ingrediente infaltable en las actuales telenovelas mexicanas; se habla indirectamente de la crisis económica, el desempleo, de la búsqueda de los sueños que se perdieron en el camino, de la "belleza" física que ya no es tal y hasta de teorías de conspiración que a lo largo del guión no dejan de ser elementos importantes para la trama pero a la vez ninguno despunta como el tópico clave.


Pero hay que resaltar que el descaro, el cinismo, la hipocresía y hasta la locura que el humor negro requiere para existir sí tienen fuertes referentes en ésta película que, sin ir muy lejos, cuenta con un elenco de lujo: George Cloonney interpreta a un "Don Juan" cincuentón llamado Harry Pfarrer que parece luchar contra los años haciéndose creer a él mismo y a las mujeres que aun está en plenitud de vida, un papel muy interesante y muy bien logrado; Frances McDormand, la musa de los hermanos Coen ya que ella estuvo en esa joya llamada Fargo, da vida a Linda Litzke una frustrada entrenadora de gimnasio que su última cruzada es hacerse 5 diferentes cirugías plásticas y por las cuales está dispuesta a todo, Mc Dormand es sobresaliente ya que le da un toque único a éste personaje al punto que, el público puede tanto reírse por cada mueca que hace como hasta sentir pena por lo que ella tanto busca.


Brad Pitt por su lado interpreta al maniaco del ejercicio, y seguramente homosexual, Chad Feldheimer quien es el confidente gran "amigo/amiga" de Linda y que además es el detonante de la historia al tener entre sus manos las memorias que el ex-agente Cox escribe pero que por error son sustraídas, Chad es tontorrón, chismoso, egocéntrico pero a la vez muy alocado y sensible, un papel extraño pero que a más de alguna o algún espectador habrá querido ver desde hace mucho pero sea como sea, Pitt logra un convencimiento con sus manierismos; convencimiento que también logra la versátil Tilda Swinton, en una muy justa interpretación, al convertirse en la gélida e inflexible Katie Cox quien es el retrato de las mujeres calculadoras y frías que se desviven por controlarlo todo incluyendo la vida de sus parejas.


Por último, pero no menos importante, tenemos a un veterano como John Malcovich, multifacético y de gran adaptación a diferentes papeles, que nos muestra a un Osbourne Cox cansado de la vida y sus jugarretas, que decide tomar el rumbo de su vida en sus manos pero en el relativo ocaso de su existencia, Cox es la imagen de la mediocridad, del pasotismo, del inconformismo pero a la vez de la comodidad; es un ente frustrado en punto de ebullición tanto por su ex-trabajo, su vida junto a la fiera controladora de Katie y el pseudo chantaje que Linda y Chad pretenden hacer con sus memorias que el espectador sabe desde un principio que no valen nada.

Generalmente, a nivel cinematográfico, el film tiene una fluidez impresionante, grandes escenas para enmarcar en donde la sólida fotografía se hace presente como en otras obras de los Coen, aun hasta los colores utilizados, en algunos casos muy contrastantes, hacen sentir las secuencias un tanto personales porque reflejan muchas veces las realidades que se viven y aparte de eso, son congruentes con los humores de cada personaje; el tratamiento del suspense que realizan los Coen es bastante acertado aunque conduzcan a algo totalmente ridículo al final de cuentas por lo que el espectador solo está interesado en saber como termina todo después de tanta locura.


En algún momento y haciendo eco de esa locura, hubo un momento en las secuencias cuando se comienza a desenlazar la trama en donde pude evocar imágenes parecidas o ideas semejantes a las implementadas en la reconocida American Beuty pero que en ésta eran llevadas al obvio punto de comedia/crítica que es parte del humor negro; el nivel de relación y/o confrontación de los personajes especialmente de Harry con Linda o de Osbourne con Chad son las más sobresalientes hasta el punto en que tanto uno como otro representan las ambigüedades mismas que las sociedades modernas, especialmente occidentales, enfrentan el actualidad; si me preguntan, Burn After Reading es un film que pueden degustar aquellos que no les gusta para nada el cine comercial y que se sienten identificados con la cultura estadounidense y su tipo de humor, no tiene acción que merezca la pena remarcar y su desenvolvimiento puede dejar a más de alguno bostezando a pesar de tener un elenco cercano a Ocean's Eleven y sus secuelas.

sábado, 7 de marzo de 2009

WATCHMEN, Una película como pocas


WATCHMEN es una de ésas películas que no se ven muy a menudo, imperfecta, pero creo que no debería pasar inadvertida para el público o al menos para aquellos que se consideren cinéfilos. Adapta la historia de una novela gráfica del mismo nombre, escrita por Alan Moore, ilustrada por David Gibbons y publicada por DC Cómics en el año de 1986 en 12 ediciones mensuales. Para quienes la hayan leído saben que la palabra cómic puede no ser suficiente para definirla, indistintamente si les gustó o no.

Cuenta la historia de unos hipotéticos años 80, donde el rumbo de la historia fue cambiado por la presencia de "superhéroes" en los Estados Unidos y donde la amenaza de una guerra nuclear con la Unión Soviética ha alcanzado los más altos límites imaginables. El relato inicia con el asesinato de uno de éstos superhéroes americanos por parte de un desconocido, y por la subsiguiente investigación que realiza otro de ellos para descubrir un supuesto complot para acabar con los "vigilantes enmascarados", complot que resulta ser algo mucho más que eso. La diferencia de éstos héroes con los de otros cómics más populares y más comerciales es que éstos aparecen de una manera más real, no tanto porque sus habilidades o destrezas sean más apegados a la realidad (todo lo contario para un par de ellos) sino por la forma en la que esta representando el efecto que éstos tienen en la sociedad y en las motivaciones de varios de ellos.


El director Zack Snyder ha realizado un gran homenaje artístico a la obra original, visualmente impresionante, donde la extraordinaria capacidad del director en pasar los dibujos del cómic a escenas en movimiento queda demostrada de una manera contundente (y donde queda claro que el aspecto visual de "300" no fue cuestión del azar). Las escenas de acción y peleas no descepcionarán a nadie y mucho menos su excepcional cinematografía, tampoco se ha abusado de la cámara lenta, como uno podría pensar al ver los avances promocionales. Tiene tramos muy emocionantes, donde dejan lugar tanto para la comicidad y para el drama.

A mi, la película me ha parecido buena y me mantuvo entretenido las casi 3 horas que dura, pero debo reconocer que contiene muchas irregularidades y elementos atípicos, algunos de ellos se pudieron obviar para mejorar claramente al filme, otros me parece que más bien son incomprendidos por los críticos actuales (por hacer una referencia, la película Blade Runner de Ridley Scott, protagonizada por Harrison Ford, fue vapuleada por los críticos cuando se estrenó en 1982 y sin embargo, ahora es vista con otros ojos y puesta en un pedestal privilegiado de la ciencia ficción). A lo anterior debemos sumarle que quienes no hayan leído el cómic de WATCHMEN percibirán la película de manera diferente que aquellos que al menos lo han hojeado o saben de qué trata, ya que existe una cierta cantidad de detalles que podrían parecer irrelevantes para la historia como película, pero que para quienes los conocen, verlos en la gran pantalla los recibirán como un "valor agregado".


El filme inicia igual que la novela, con una brutal pelea entre el héroe conocido como "El Comediante" y un implacable atacante desconocido, resultando en la muerte del primero. Dicha secuencia es bastante impactante, semejante a la de Morfeo con Smith en Matrix (y eso que ésta no es una película de acción). Luego viene una de las mejores partes de toda la película, los créditos iniciales donde se relatan una gran cantidad de sucesos previos, mostrando a la primera generación de héroes (conocidos como los MINUTEMEN) combinando secuencias históricas hasta llegar a la generación de los WATCHMEN, todo con un tema musical de Bob Dylan más que atinado "The Times They Are a-Changin". Luego conocemos a quien será el personaje más cercano a un protagonista (en la película no hay uno muy claro), el vigilante Rorschach, quizás el mejor, tanto en interpretación como la sintonía que logra alcanzar con el espectador (un Jackie Earle Haley metidísimo en su papel). Él iniciará una investigación propia cuando descubre que el muerto es en realidad su antiguo "colega" El Comediante.


La película tiene un "ritmo" cada vez que se sigue a Rorschach y su teoría sobre una posible conspiración para matar a todos los hérores enmascarados, pero a medida él va visitando al resto de sus antiguos compañeros para advertirles del posible asesino, vemos algo del pasado y de la personalidad de cada uno de ellos. Quizás éste sea la principal "irregularidad" del filme, pues en lugar de seguir un relato contínuo al son del argumento, vemos cada cierto tiempo una "mini historia" de cada uno de los protagonistas, y no es que las mini-historias no sean interesantes o no tengan relación entre sí, pero ésta particularidad, que sin duda funciona muy bien en un cómic de doce ediciones, repercute mucho en el ritmo "convencional" de lo que se supone debe ser una película, y es quizás allí donde se nota más aquellos elementos que quedaron fuera de la adaptación porque simplemente el metraje sería demasiado largo.


El segundo personaje despues de Rorschach que esta mejor representado y que por consiguiente resulta más intersante, es el Comediante (interpretado por Jeffrey Dean Morgan), quien a pesar de ser asesinado en el inicio de la película, podemos verlo repetidamente en los recuerdos de los otros personajes. Él representa una ironía del clásico superhéroe americano, quien es un héroe (porque lucha por América y por establecer un orden en la sociedad) y al mismo tiempo es un antihéroe casi villano, ya que sus motivaciones estan muy lejos de ser un justiciero del bien, siendo un claro ejemplo de la degradación existencial a la que puede llegar un ser humano que posee poder pero no un camino claro a seguir ni valores morales, pero al fin y al cabo un especimen muy humano.

El Dr. Manhatan (Billy Crudup), el único de los héroes con verdaderos superpoderes, es quizás el siguiente más interesante, por su peculiar orígen y el estado en el que se encuentra, transformado accidentalmente por un experimento nuclear, ha trascendido la existencia de los seres humanos comunes, y por esa misma razón, parece frío y con dificultades para entender a la humanidad de la que un día formó parte. Él será clave para el desenlace del filme y para la conspiración secreta del argumento.


Atrás de ellos esta el resto del elenco, en el caso del personaje de Adrian Veidt/Ozymandias, quien es también muy importante, tal vez le haya perjudicado más el guión que el actor, Matthew Goode hace una correcta interpretación que es mejor de lo que yo temía al haber visto las imágenes promocionales, pero sin duda hay más sobre su personaje que no se traspasó al filme. En este aspecto aprovecho para señalar lo que yo considero es una clara deficiencia, tomando en cuenta el atípico ritmo que la película lleva en ese punto, y me refiero a una secuencia considerable donde Espectro de Seda II (Malin Ackerman) y Buho Nocturno II (Patrick Wilson) salen de su "retiro" y realizan un rescate, para luego entablar una acalorada "escena de amor", éste último es un detalle que para muchos espectadores nos puede parecer muy atractivo en una película, pero que a fuerza de ser sinceros ha sido completamente innecesaria (incluyendo la anterior secuencia del rescate) ya que sus personajes son los menos interesantes de todos y considerando que hubo una gran cantidad de detalles que fueron omitidos de los otros personajes (como el ya mencionado Ozymandias).


Respecto al final de la película, es un final nada común en el género de las películas sobre cómics, "salido del huacal" (si trato de pensar en un final semejante, solo el de "The Dark Knight" se le acercaría un poco), no voy a revelarlo, pero me basta decir que ha sido modificado de una manera magnífica, conservando la escencia del original pero sin ser exacto (algo que no podía hacerse porque las justificaciones del final original tampoco habrían podido adaptarse). WATCHMEN es una película que disfrutarán aquellos que no quieran repetirse lo mismo en el cine, que quieran ver algo diferente, un poco extravagante y poco convencional, un poco imperfecta y con un ritmo desigual, pero al mismo tiempo muy impactante, una película que tal vez el paso del tiempo le de una mejor posición en la crítica internacional.