viernes, 19 de diciembre de 2008

THE DAY THE EARTH STOOD STILL. Una histora que pudo ser mejor


Un ser del espacio exterior llega a la Tierra con el propósito de entrar en conexión con los seres humanos y, apartir de ahí, considerar la exterminación o no de la especie humana con el propósito de salvaguardar al planeta.

"Tú profesor está en lo correcto, al borde del precipicio todos cambiamos". Klaatu

The Day The Earth Stood Still
o El día que la Tierra se detuvo es un remake de un film llevado a la pantalla en 1951, soy sincero al decir que no he tenido la posibilidad de ver la original y espero algún día hacerlo para, sea como sea, compararla con ésta nueva versión.
Es cierto que los guionistas en Hollywood parecen haber perdido el sentido de la originalidad y apuestan por retomar viejas historias y adaptarlas a como dé lugar, pero El día que la Tierra se detuvo, aunque es uno de tantos casos de dichas adaptaciones (o readaptaciones como quieran) no deja de inquietar a más de algún espectador.

La película ha sido vilipendiada y hasta degradada por los "constantes fallos" o "falencias" con las que cuenta, lo cual no ha permitido un examen menos riguroso de la historia reescrita por el novato David Scarpa y dirigida por Scott Derrickson. Si buscan acción pura y dura no la encontrarán y si buscan un argumento oscarizable tampoco y no digamos actuaciones que la marquen como clásica... pero es de buen haber decir que El día que la Tierra se detuvo es entretenida en cierto nivel. El guión de Scarpa, aunque de ritmo rápido al principio y un poco más lento en el resto, se basa en preceptos que ya han sido tratados en otros films: la lucha ser humano-medio ambiente, la posibilidades de que las personas cambien al estar al borde del abismo y la más antigua de todas...la irracional idea de que la especie humana es la dueña del planeta Tierra.

Preceptos muy actuales y a la vez comunes entre las personas de todas las sociedades, pero que Derrickson trata de llevar en un análisis más allá pero que, lastimosamente, queda muy superficial y no lo explota al máximo; la película es entretenida (como ya dije) hasta cierto punto...puesto que al ejecutarse dentro de un marco apocalíptico y el suspense de lo que puede llegar al final es lo que permite estar atentos a todos los movimiento de Klaatu interpretado de gran manera por el también vilipendiado Keanu Reeves que en ésta ocasión con su inexpresivo rostro quedó como anillo al dedo... aunque, de vez en cuando, cualquiera podría recordar mucho a personajes como Neo o Constantine.
Aunque Klaatu tiene una misión que al parecer no tiene retroceso, dicha idea se ve enfrentada a las constantes intervenciones de la Dra. Helen Benson con una interpretación bastante justa por parte de Jennifer Connely quien trata, a la desesperada, de cambiar las pautas que obligan a Klaatu a terminar con la vida humana en la Tierra.


Pero al estar la Dra. Benson en esa situación siempre aparece el totalmente infumable y absolutamente prescindible Jayden Smith (hijo del conocido Will Smith) como Jacob Benson con una de las peores actuaciones de "niños-talento" que jamás haya tenido el desagrado de ver, puesto que resta seriedad al asunto, complica lo que no debería complicar y no sustenta nada al ya de por si limitado guión. Guión que por suerte nos permite ver la versatilidad de una gran señora como lo es Kathy Bates que magistralmente desempeña a Regina Jackson como la dura, inflexible e insensible secretaria de Estado que da la cara por su país, sea por mandato o por el hecho que se siente con el poder de representar a la altanería misma de la supuesta nación más poderosa del Mundo.

La fotografía es bastante justa y en especial los colores fríos ya que arman un ambiente bastante gris y eso da sensaciones de lo que los personajes están sintiendo o experimentando a lo largo de un camino que inexorablemente lleva hacia el fin del mundo. Sus efectos especiales digitales, manejados por la compañía del afamado Peter Jackson, en algunos puntos convencen como por ejemplo las "esferas-arca" pero en otros dejan ese aire de pudo ser mejor como en el caso del gigante robot GORT (o TORG en la traducción). GORT no es mayormente explotado y pudo explorar mejores escenarios como cuando la milicia trata sin éxito de destruirlo y es triste como el director, en un intento por darlo todo mediante cucharadas, hace muy visibles ciertos animalillos (obviamente nanobots) que componen la estructura física de GORT y que su única directriz es acabar con todo aquello orgánico e inorgánico sobre la faz del planeta, situación que hubiera despertado mayor emoción e intriga en el espectador si no se hubiera hecho saber de qué se trataba esa "plaga".


El final parece a veces predecible pero también lanza anzuelos para que no lo demos por sentado y eso le da cierta motivación para que queramos saber cómo y por qué se llega al término que la película tiene; es necesario recalcar que la constante lucha psicológica-filosófica de Klaatu con la Dra. Benson o con la secretaria Jackson entorno a la situación del planeta Tierra y a la forma de ser y pensar del ser humano, aunque no muy profunda como ya he mencionado, no deja de presentarnos a quemarropa lo que ya muchas veces hemos discutido en algún momento de nuestras vidas y plantea aspectos que no dejan de sorprender aunque los sepamos de pe-a-pa.

Se plantea que el ser humano es un ente egocéntrico, piensa ser único en el universo... pero lo egocéntrico se le baja cuando está al borde del desastre, de la muerte, de la destrucción, cuando toca fondo... es ahí cuando cambia. Eso es lo que hace que a su vez Klaatu cambie de parecer en relación a los seres humanos, aunque es un cambio muy rápido y repentino y que a su vez destartala la rígida línea que lleva durante el desarrollo del film. Pero con todo y todo son las reflexiones que hace sobre la naturaleza humana lo más destacable de éste nuevo intento por recordarle a la agente que no estamos solos ni en el universo, ni en el planeta mismo.