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Después de varios años Dominic Toretto sigue con sus andadas fuera de la ley por otras partes del mundo hasta que una tragedia personal lo fuerza a volver a su natal Los Ángeles y reencontrarse con su hermana, un viejo "amigo" y con la clandestinidad y adrenalina de las carreras callejeras a máxima velocidad.
"Como los viejos tiempos" Dominic Toretto
Hace ya varios años vio la luz una película que retomó el concepto, enchapado en la década de los 70's, de autos, carreras callejeras, grupos clandestinos y demás; The Fast And The Furious fue el inicio de una franquicia basada en la temática de automóviles modificados que iría de manera irregular en las subsecuentes 2 Fast 2 Furious y The Fast And The Furious: Tokyo Drift, por lo cual necesitaba pronto una secuela que hiciera justicia a la esencia de la original.
Es así que aparece, 8 años después, Fast And Furious una entrega que hace mucho mérito a la saga y que rescata, a buen nivel, la mencionada esencia de la original, aunque en ésta ocasión se tiene un poco más de historia y no se centra solo en el "tuning" y las carreras; Justin Lin y Chris Morgan (director y guionista) se reúnen de nuevo después de los resultados obtenidos en Tokyo Drift y tratan de implementar muchos de sus elementos dándole una cierta frescura y rítmo a ésta pero lo que más se puede resaltar de la película es el reencuentro del elenco con que inició la franquicia, no por nada el lema de ésta cuarta película es "Nuevo Modelo, Partes Originales".

Vin Diesel, como el indomable Dominic Toretto, vuelve a uno de los papeles que más fama le dio y donde puede desplegar su presencia física e inconfundible voz pero que no llega a ser una actuación memorable y hasta en algún momento cualquiera podría decir que con el tiempo se volvió un poco blando. Paul Walker vuelve como el agente (ahora del FBI) Brian O'Conner quien, ahora anda detrás de un poderoso narcotraficante conocido como Braga, Walker aparenta un poco más de madurez y más presencia que en la primera y segunda película, pero de nuevo queda opacado por la larga sombra de Diesel.
La contraparte tanto de Toretto como de O'Conner es el esquivo Campos (el supuesto intermediario de Braga) interpretado de forma bastante ajustada por John Ortíz, siendo éste el típico estereotipo del jefe criminal latino y que en la película se le ha querido presentar con un aire a lo Pablo Escobar Gaviria, pero Ortíz no se plantea como un némesis adecuado o por lo menos desafiante, dicha situación solo permite, frozadamente, a que aparezca su mano derecha Fenix Rise rol que recae en Laz Alonso, un poco más fuerte y seguro que Campos pero sin mayor propósito que ser el matón de turno.

Por último, y no menos importante, están las chicas, ¿qué sería una película de carreras sin la belleza femenina de por medio?, Michelle Rodríguez y Jordana Brewster vuelven en sus respectivos papeles de Letty y Mia, aunque en ésta ocasión tienen breves apariciones que solo se utilizan para remarcar ciertas cuestiones muy propias como el vínculo sentimental que las une a Dominic y Brian lo cual logra uno de los puntos de "nostalgia" que Lin establece para el público; de manera simpática aparece una tercera mujer, Gisele Harabo interpretada por la novata pero exótica Gal Gadot la cual deslumbra con su esbelta figura y deja un muy buen sabor de boca con su personaje que, como se diría en el léxico salvadoreño, "no es ni chicha ni limonada" dándole un cierto atractivo extra.
Lejos de ello, la película es entretenida de cabo a rabo, diversión asegurada junto con un poco de nostalgia y una pizca de frescura; el atractivo de los autos utilizados como el poderoso Charger '70 conducido por Toretto, el moderno Skyline de O'Conner y el Torino '72 de Fenix no se dejan pasar por alto junto con otra innumerable cantidad de autos. A nivel técnico podemos admirar la excelente dirección de cámaras que se utilizan para éste tipo de films pero que en algún momento dejan al público algo atontado al querer intentar giros que rompen con la continuidad de las secuencias.

Los efectos especiales son de los más conocidos y usados, pero hay una secuencia en particular en donde la exageración se hace bastante incomible, solo hay que fijarse cuando entran, transitan y salen por un largo recorrido de túneles subterráneos de una manera tan inverosímil que no deja de hacer sentir atónito al espectador. La musicalización por su lado no puede dejar de ser la típica combinación de géneros como el hip-hop, rap, perreo y reggaeton, siendo éstos últimos representados con la intervención casi a quemarropa de un Tego Calderón, que personalmente no deja de incomodar puesto que es un personaje muy rebuscado.
Al final de cuentas Fast And Furious, con todo y sus peros, es la mejor exponente de la idea establecida en la primera, ya que logra un vínculo con ella y con los elementos exactos de una verdadera secuela y hasta se puede decir que ésta tendría que haber sido la 2 Fast 2 Furious y olvidarnos de las otras dos ya mencionadas.

“Nunca empieces una pelea, pero siempre termínala”. Christine Collins Christine Collins es una madre soltera que trabaja arduamente para mantener una vida decente junto a su hijo Walter quien, un día de tantos, desparece misteriosamente; desde ese momento Christine enfrenta los peores temores de una madre y la negligencia de las autoridades, lo cual la orilla a enfrentar la corrupción que se cierne sobre la ciudad de Los Ángeles.Bajo la dirección y producción de un legendario Clint Eastwood, Changeling (El Sustituto) es uno de aquellos dramas que no pueden dejarse pasar por alto tanto por la sobriedad de la ejecución, la excelente fotografía, las actuaciones de gran factura como por una historia tan brutalmente conmovedora, escrita por un veterano guionista de la televisión como lo es J. Michael Straczynski (Captain Power And The Soldiers Of The Future, Twilight Zone, Babylon 5) que a más de alguno hará meditar para comparar dichas situaciones con las acaecidas, por ejemplo, en la sociedad salvadoreña actual Eastwood y Straczynski nos llevan a finales de los años 20 y principio de los 30 en una ciudad de Los Ángeles donde reina la corrupción, el autoritarismo, la negligencia y la represión todo gracias a un departamento de policía totalmente nublado por el poder y que ha olvidado su misión esencial que se basa en servir y proteger al ciudadano común.Eastwood logra con creces representar, casi al calco, una ciudad, costumbres y aspectos correspondientes con la época en donde se desarrollan los hechos tanto edificios, casas, tranvías, vestuarios, operadoras de telefonía, entre muchos otros con tan buenos resultados que solo obras como El Curioso Caso de Benjamín Buttom pueden superarla. Muy leves detalles escapan al ojo del viejo Clint que sigue, a su edad, dando cátedra de cómo se debe hacer cine.
El laureado director presenta una trama tan fuerte y tan bien desarrollada que hace aflorar sentimientos encontrados en el público, cada secuencia está tan cargada, emotivamente hablando, que en buena cantidad de ocasiones la gente puede sentir la tensión, la rabia, la impotencia y la frustración que enfrenta una madre cuando nadie le cree ni le apoya; también se puede sentir esa sensación de vacío en el estómago por el suspenso y la expectativa que genera cada complicación y cada giro.Pero es de darle mucho mérito a una irreconocible Angelina Jolie que se aleja, por mucho, de sus clásicos papeles y que hace eco de otros como en Girl, Interrupted y Beyond Borders su caracterización como Christine Collins es excelente, ya que su pálida y demacrada piel, sus expresiones, en las cuales sus ojos y boca son protagonistas de por sí, y su adecuación vocal dejan una imagen de una mujer frágil pero que el amor la mueve para que saque fuerzas de flaqueza y demuestre lo que una madre puede hacer por sus hijos.Christine no se queda quieta o callada para denunciar que las autoridades han dejado de investigar la desaparición de su hijo Walter y, aun peor, le han dado a un niño cualquiera alegando que es el verdadero niño, haciendo caso omiso de las objeciones de la desesperada madre que halla un gigantesco respaldo en el Reverendo Gustav Briegleb, interpretado por el siempre solicitado John Malcovich, que hace del caso Collins un estandarte más de las denuncias que realiza en contra de la corrupta policía angelina; la actuación de Malcovich, aunque de un perfil relativamente menor a otros trabajos realizados, deja muy gratas sensaciones y, aunque no opaca a Jolie, tampoco se impone como una figura representativa.
Por su contacto con Briegleb y el entusiasmo que le genera, Christine será objeto de varios de los peores abusos de autoridad mientras su hijo sigue perdido; pero los causantes directos de tantos vejámenes y arbitrariedades son los mismos que se suponen defienden a la sociedad como tal; estos corruptos, que se hayan por montones en sociedades como la nuestra y que no tienen reparos en ser jurado, juez y verdugo lo hacen todo solo porque creen tener el poder y la verdad absoluta, es aquí cuando el jefe de policía James Davis y el capitán J.J. Jones (interpretados muy bien por Colm Feore y Jeffrey Donovan respectivamente) causan tanta repulsión, desagrado e intolerancia entre el público por el simple hecho de que se acercan demasiado a la cruel realidad que se vive.Pero no solo hay policías ‘malos’ también hay ‘buenos’ y es en éste apartado que destaca el detective Lester Ybarra interpretado por Michael Kelly; un agente que por azares del destino al tratar un “simple” caso migratorio se topa con un horrendo escenario que dará un vuelco total a la trama y traerá consecuencias imprevistas para todos los anteriormente involucrados; éste nuevo escenario presentará un nuevo antagonista, Gordon Northcott, un chocante personaje realizado por Jason Butler y que a su paso, un tanto corto, por el film deja una estela de muerte y confusión que hará saltar todas las alarmas, haciendo que la comunidad se movilice para, curiosamente, enfrentar la incapacidad y crapulencia de las autoridades.
Se puede apreciar a lo largo del desarrollo de la historia, cómo aspectos y situaciones dadas en ciertos años y tiempos repercuten en las decisiones, leyes y normativas actuales; como el hecho de que antes, al menos en Estados Unidos, se tenía que esperar un mínimo de 24 horas para comenzar a buscar a niños desparecidos; situación que hoy es inconcebible pero tuvieron que darse situaciones como la vivida por la señora Collins para modificar esos patrones.Es de recalcar ciertos simbolismos como cuando la señora Collins parece estar tras las rejas de una prisión llorando desconsoladamente, dicha escena denota como se siente en su interior, abandonada a su suerte, con un odio reprimido y encerrada en su propio sufrimiento, situación que solo una madre que haya pasado por lo mismo puede comprender. Así también, se hace un retrato de la realidad, cuando el Reverendo Briegleb habla, ora, predica y denuncia por medio de la radio las atrocidades e incompetencia de las autoridades como ya ha pasado, con otros líderes comunales similares, en muchas ocasiones, en tantos otros países.A nivel técnico, la película ostenta una de las mejores utilizaciones de claro-oscuros y contraluces que haya visto en mucho tiempo, además del amplio uso de colores opacos, fríos, grisáceos y poco contrastantes, todo eso unido para darle una imagen más sublime para combinar con los sentimientos que denotan los personajes en cada secuencia; la mínima pero muy correcta utilización de música de fondo no deja de ser percibida con mucho agrado y tiende a resaltar el tono emotivo de los momentos clave.
Un ex agente de la CIA, Osbourne Cox, se dedica a escribir sus memorias las cuales son "robadas" por un par de ineptos trabajadores de un gimnasio, quienes tratan de chantajear a Cox sin saber en el tremendo lío que se meten."Dile a mi esposa que tengo las nuevas llaves" Osbourne CoxLos hermanos Ethan y Joel Coen vuelven a las andadas después del éxito que resultó ser No Country for Old Men, en ésta ocasión nos presentan Burn After Reading (Quémese después de Leerse) una historia de humor negro que aborda situaciones tanto comunes como irreales que reflejan, desde cierto punto, como las personas llegan a tratar de alterar sus vidas "para bien" cuando éstas ya han avanzado demasiado.Los hermanos Coen parecen tener una fascinación con los relatos de personas de edades avanzadas, sus formas de vivir, de relacionarse y hasta de morir; parece que por medio de sus guiones tratan de darnos una "lección" de que no importa la edad para tener algo relevante qué contar. Dándoles el beneficio de la duda es innegable que las personas adultas (no necesariamente ancianas) tienen mucho que aportar pero viéndolo fríamente, las formas de conducción de los personajes que éste film, el ambiente en que se desarrollan y las relaciones que ejercen con otras personas llegan a ser aburridamente tediosas.Se abarcan temas de la infidelidad en matrimonios que ya tienen mucho tiempo conviviendo, haciendo una crítica, ya rayada, y que suele ser un ingrediente infaltable en las actuales telenovelas mexicanas; se habla indirectamente de la crisis económica, el desempleo, de la búsqueda de los sueños que se perdieron en el camino, de la "belleza" física que ya no es tal y hasta de teorías de conspiración que a lo largo del guión no dejan de ser elementos importantes para la trama pero a la vez ninguno despunta como el tópico clave.

Pero hay que resaltar que el descaro, el cinismo, la hipocresía y hasta la locura que el humor negro requiere para existir sí tienen fuertes referentes en ésta película que, sin ir muy lejos, cuenta con un elenco de lujo: George Cloonney interpreta a un "Don Juan" cincuentón llamado Harry Pfarrer que parece luchar contra los años haciéndose creer a él mismo y a las mujeres que aun está en plenitud de vida, un papel muy interesante y muy bien logrado; Frances McDormand, la musa de los hermanos Coen ya que ella estuvo en esa joya llamada Fargo, da vida a Linda Litzke una frustrada entrenadora de gimnasio que su última cruzada es hacerse 5 diferentes cirugías plásticas y por las cuales está dispuesta a todo, Mc Dormand es sobresaliente ya que le da un toque único a éste personaje al punto que, el público puede tanto reírse por cada mueca que hace como hasta sentir pena por lo que ella tanto busca.Brad Pitt por su lado interpreta al maniaco del ejercicio, y seguramente homosexual, Chad Feldheimer quien es el confidente gran "amigo/amiga" de Linda y que además es el detonante de la historia al tener entre sus manos las memorias que el ex-agente Cox escribe pero que por error son sustraídas, Chad es tontorrón, chismoso, egocéntrico pero a la vez muy alocado y sensible, un papel extraño pero que a más de alguna o algún espectador habrá querido ver desde hace mucho pero sea como sea, Pitt logra un convencimiento con sus manierismos; convencimiento que también logra la versátil Tilda Swinton, en una muy justa interpretación, al convertirse en la gélida e inflexible Katie Cox quien es el retrato de las mujeres calculadoras y frías que se desviven por controlarlo todo incluyendo la vida de sus parejas.
Por último, pero no menos importante, tenemos a un veterano como John Malcovich, multifacético y de gran adaptación a diferentes papeles, que nos muestra a un Osbourne Cox cansado de la vida y sus jugarretas, que decide tomar el rumbo de su vida en sus manos pero en el relativo ocaso de su existencia, Cox es la imagen de la mediocridad, del pasotismo, del inconformismo pero a la vez de la comodidad; es un ente frustrado en punto de ebullición tanto por su ex-trabajo, su vida junto a la fiera controladora de Katie y el pseudo chantaje que Linda y Chad pretenden hacer con sus memorias que el espectador sabe desde un principio que no valen nada.
Generalmente, a nivel cinematográfico, el film tiene una fluidez impresionante, grandes escenas para enmarcar en donde la sólida fotografía se hace presente como en otras obras de los Coen, aun hasta los colores utilizados, en algunos casos muy contrastantes, hacen sentir las secuencias un tanto personales porque reflejan muchas veces las realidades que se viven y aparte de eso, son congruentes con los humores de cada personaje; el tratamiento del suspense que realizan los Coen es bastante acertado aunque conduzcan a algo totalmente ridículo al final de cuentas por lo que el espectador solo está interesado en saber como termina todo después de tanta locura.

En algún momento y haciendo eco de esa locura, hubo un momento en las secuencias cuando se comienza a desenlazar la trama en donde pude evocar imágenes parecidas o ideas semejantes a las implementadas en la reconocida American Beuty pero que en ésta eran llevadas al obvio punto de comedia/crítica que es parte del humor negro; el nivel de relación y/o confrontación de los personajes especialmente de Harry con Linda o de Osbourne con Chad son las más sobresalientes hasta el punto en que tanto uno como otro representan las ambigüedades mismas que las sociedades modernas, especialmente occidentales, enfrentan el actualidad; si me preguntan, Burn After Reading es un film que pueden degustar aquellos que no les gusta para nada el cine comercial y que se sienten identificados con la cultura estadounidense y su tipo de humor, no tiene acción que merezca la pena remarcar y su desenvolvimiento puede dejar a más de alguno bostezando a pesar de tener un elenco cercano a Ocean's Eleven y sus secuelas.

WATCHMEN es una de ésas películas que no se ven muy a menudo, imperfecta, pero creo que no debería pasar inadvertida para el público o al menos para aquellos que se consideren cinéfilos. Adapta la historia de una novela gráfica del mismo nombre, escrita por Alan Moore, ilustrada por David Gibbons y publicada por DC Cómics en el año de 1986 en 12 ediciones mensuales. Para quienes la hayan leído saben que la palabra cómic puede no ser suficiente para definirla, indistintamente si les gustó o no.
Cuenta la historia de unos hipotéticos años 80, donde el rumbo de la historia fue cambiado por la presencia de "superhéroes" en los Estados Unidos y donde la amenaza de una guerra nuclear con la Unión Soviética ha alcanzado los más altos límites imaginables. El relato inicia con el asesinato de uno de éstos superhéroes americanos por parte de un desconocido, y por la subsiguiente investigación que realiza otro de ellos para descubrir un supuesto complot para acabar con los "vigilantes enmascarados", complot que resulta ser algo mucho más que eso. La diferencia de éstos héroes con los de otros cómics más populares y más comerciales es que éstos aparecen de una manera más real, no tanto porque sus habilidades o destrezas sean más apegados a la realidad (todo lo contario para un par de ellos) sino por la forma en la que esta representando el efecto que éstos tienen en la sociedad y en las motivaciones de varios de ellos.
El director Zack Snyder ha realizado un gran homenaje artístico a la obra original, visualmente impresionante, donde la extraordinaria capacidad del director en pasar los dibujos del cómic a escenas en movimiento queda demostrada de una manera contundente (y donde queda claro que el aspecto visual de "300" no fue cuestión del azar). Las escenas de acción y peleas no descepcionarán a nadie y mucho menos su excepcional cinematografía, tampoco se ha abusado de la cámara lenta, como uno podría pensar al ver los avances promocionales. Tiene tramos muy emocionantes, donde dejan lugar tanto para la comicidad y para el drama.
A mi, la película me ha parecido buena y me mantuvo entretenido las casi 3 horas que dura, pero debo reconocer que contiene muchas irregularidades y elementos atípicos, algunos de ellos se pudieron obviar para mejorar claramente al filme, otros me parece que más bien son incomprendidos por los críticos actuales (por hacer una referencia, la película Blade Runner de Ridley Scott, protagonizada por Harrison Ford, fue vapuleada por los críticos cuando se estrenó en 1982 y sin embargo, ahora es vista con otros ojos y puesta en un pedestal privilegiado de la ciencia ficción). A lo anterior debemos sumarle que quienes no hayan leído el cómic de WATCHMEN percibirán la película de manera diferente que aquellos que al menos lo han hojeado o saben de qué trata, ya que existe una cierta cantidad de detalles que podrían parecer irrelevantes para la historia como película, pero que para quienes los conocen, verlos en la gran pantalla los recibirán como un "valor agregado".
El filme inicia igual que la novela, con una brutal pelea entre el héroe conocido como "El Comediante" y un implacable atacante desconocido, resultando en la muerte del primero. Dicha secuencia es bastante impactante, semejante a la de Morfeo con Smith en Matrix (y eso que ésta no es una película de acción). Luego viene una de las mejores partes de toda la película, los créditos iniciales donde se relatan una gran cantidad de sucesos previos, mostrando a la primera generación de héroes (conocidos como los MINUTEMEN) combinando secuencias históricas hasta llegar a la generación de los WATCHMEN, todo con un tema musical de Bob Dylan más que atinado "The Times They Are a-Changin". Luego conocemos a quien será el personaje más cercano a un protagonista (en la película no hay uno muy claro), el vigilante Rorschach, quizás el mejor, tanto en interpretación como la sintonía que logra alcanzar con el espectador (un Jackie Earle Haley metidísimo en su papel). Él iniciará una investigación propia cuando descubre que el muerto es en realidad su antiguo "colega" El Comediante.
La película tiene un "ritmo" cada vez que se sigue a Rorschach y su teoría sobre una posible conspiración para matar a todos los hérores enmascarados, pero a medida él va visitando al resto de sus antiguos compañeros para advertirles del posible asesino, vemos algo del pasado y de la personalidad de cada uno de ellos. Quizás éste sea la principal "irregularidad" del filme, pues en lugar de seguir un relato contínuo al son del argumento, vemos cada cierto tiempo una "mini historia" de cada uno de los protagonistas, y no es que las mini-historias no sean interesantes o no tengan relación entre sí, pero ésta particularidad, que sin duda funciona muy bien en un cómic de doce ediciones, repercute mucho en el ritmo "convencional" de lo que se supone debe ser una película, y es quizás allí donde se nota más aquellos elementos que quedaron fuera de la adaptación porque simplemente el metraje sería demasiado largo.
El segundo personaje despues de Rorschach que esta mejor representado y que por consiguiente resulta más intersante, es el Comediante (interpretado por Jeffrey Dean Morgan), quien a pesar de ser asesinado en el inicio de la película, podemos verlo repetidamente en los recuerdos de los otros personajes. Él representa una ironía del clásico superhéroe americano, quien es un héroe (porque lucha por América y por establecer un orden en la sociedad) y al mismo tiempo es un antihéroe casi villano, ya que sus motivaciones estan muy lejos de ser un justiciero del bien, siendo un claro ejemplo de la degradación existencial a la que puede llegar un ser humano que posee poder pero no un camino claro a seguir ni valores morales, pero al fin y al cabo un especimen muy humano.
El Dr. Manhatan (Billy Crudup), el único de los héroes con verdaderos superpoderes, es quizás el siguiente más interesante, por su peculiar orígen y el estado en el que se encuentra, transformado accidentalmente por un experimento nuclear, ha trascendido la existencia de los seres humanos comunes, y por esa misma razón, parece frío y con dificultades para entender a la humanidad de la que un día formó parte. Él será clave para el desenlace del filme y para la conspiración secreta del argumento.
Atrás de ellos esta el resto del elenco, en el caso del personaje de Adrian Veidt/Ozymandias, quien es también muy importante, tal vez le haya perjudicado más el guión que el actor, Matthew Goode hace una correcta interpretación que es mejor de lo que yo temía al haber visto las imágenes promocionales, pero sin duda hay más sobre su personaje que no se traspasó al filme. En este aspecto aprovecho para señalar lo que yo considero es una clara deficiencia, tomando en cuenta el atípico ritmo que la película lleva en ese punto, y me refiero a una secuencia considerable donde Espectro de Seda II (Malin Ackerman) y Buho Nocturno II (Patrick Wilson) salen de su "retiro" y realizan un rescate, para luego entablar una acalorada "escena de amor", éste último es un detalle que para muchos espectadores nos puede parecer muy atractivo en una película, pero que a fuerza de ser sinceros ha sido completamente innecesaria (incluyendo la anterior secuencia del rescate) ya que sus personajes son los menos interesantes de todos y considerando que hubo una gran cantidad de detalles que fueron omitidos de los otros personajes (como el ya mencionado Ozymandias).
Respecto al final de la película, es un final nada común en el género de las películas sobre cómics, "salido del huacal" (si trato de pensar en un final semejante, solo el de "The Dark Knight" se le acercaría un poco), no voy a revelarlo, pero me basta decir que ha sido modificado de una manera magnífica, conservando la escencia del original pero sin ser exacto (algo que no podía hacerse porque las justificaciones del final original tampoco habrían podido adaptarse). WATCHMEN es una película que disfrutarán aquellos que no quieran repetirse lo mismo en el cine, que quieran ver algo diferente, un poco extravagante y poco convencional, un poco imperfecta y con un ritmo desigual, pero al mismo tiempo muy impactante, una película que tal vez el paso del tiempo le de una mejor posición en la crítica internacional.