sábado, 11 de abril de 2009

DRAGON BALL EVOLUTION...Desastre de proporciones épicas


Gokú es un joven diferente que, de pronto, se encuentra sumergido en una aventura en la cual deberá encontrar las 7 esferas del dragón para evitar que un maléfico ser llamado Piccolo realice su venganza destruyendo la Tierra.

Muy pocas veces he ido al cine teniendo prejuicios sobre alguna película, en adaptaciones he tenido que hacer de lado mis conocimientos sobre el comic, la novela, historia o versión original en que se basa algún film que deseo ver, pero desde que inició todo con la adaptación de Dragon Ball a la pantalla grande...nada, absolutamente nada daba la posibilidad de tener, por lo menos, el beneficio de la duda.

El bombardeo fue tal que sentí que no valía la pena arriesgarme, pero al final me dije: "Ok, como crítico debo tantear todo lo que se ponga al frente y expresar una opinión de primera mano"; bien, entonces me encaminé con mis dos vecinos, convencidos de que lo que íbamos a ver ese día no iba ser algo de nuestro gusto...

...Y ciertamente, así fue; en las siguientes líneas haré una apreciación de Dragon Ball Evolution de dos maneras: la primera será como conocedor (ojo NO FAN) de la historia de Kakaroto y la segunda será desde el ojo de alguien asiduo al cine, analista y, definitivamente, crítico.

Sin más que decir comienza el modo 'conocedor'...

Dragon Ball Evolution es una de las peores adaptaciones que haya visto en mi vida, la no inclusión de personajes importantes, personalidades totalmente cambiadas, esencia de la historia puesta en ridículo, peleas que harían a los enfrentamientos de los Power Rangers merecedores de un oscar a la mejor coreografía (si lo hubiera), efectos 'disque' especiales, un guión nefasto, un Piccolo que es el único más parecido a la serie (por la figura solamente), un Gokú llevado a los más bajos estándares de un héroe icónico...una BASURA de película en toda la extensión de la palabra.

Termina modo 'conocedor'...

Comienza modo normal (o sea como suelo hacer los reviews de otras películas)

Después de haber dirigido unas pocas películas, entre las que se pueden destacar Final Destination 1 y 3 y The One se podía esperar que el director honkonés James Wong tuviera la oportunidad de despegar de una buena vez como un director decente al tener en sus manos una de las historias más populares del manga y del anime japonés como lo es Dragon Ball del conocidísimo Akira Toriyama.

Las Final Destination tienen su "gracia" en el morbo que causa en el público la expectativa de ver como morirán cada uno de los involucrados gracias al "designio" que los persigue; por su lado The One, con el incansable Jet Li, da una película de ciencia ficción muy entretenida y que aborda un tema que nunca o casi nunca se ha tocado y permite un despliegue muy interesante, aparte de contar con coreografías de lucha que solo pueden ser hechas por gente como Li.

Pero, al entrar en terrenos de Dragon Ball Evolution hay demasiadas espinas que evitan que éste film sea memorable o tan siquiera decente; es cierto que la historia creada por Toriyama es basta aunque fríamente sencilla, pero que bien manejada hubiera servido, por lo menos, para crear una trilogía de acción ilimitada y efectos especiales al por mayor. Desde un principio la película da malas sensaciones, la introducción trata de 'educar' al público en relación a hechos antiguos que fundamentan la trama que está por venir pero cae en dos errores gigantesco: el primero es utilizar efectos digitales para crear figuras inentendibles y que dejan al público un tanto mareado y por el otro tratan de condensar una larga historia totalmente ajena a la serie original.

Es cierto que una adaptación es la libre interpretación de una obra, pero, después de ver enormes acierto en el campo como Iron Man, The Dark Knight, Watchmen e incluso el Speed Racer de los hermanos Wachowski uno no deja de sentirse defraudado por el manejo e 'interés' puesto en Dragon Ball. Defraudado como espectador, ya que en el pasado se tuvieron famosos "epic fails" (o fallos épicos) que con solo mencionarlos a muchos les dará náuseas (léase Street Fighter de Van Damme y Mortal Kombat II Anihilation) y la gente esperaba que no se volvieran a repetir.

Pero lo cierto es que Dragon Ball Evolution, aunque digamos que es para un público infantil, repite los errores de los films ya mencionados y muchos más; hay que hacer hincapié en el guión (escrito por el novato Ben Ramsey) que es la tela que une toda la película, es una desbarajuste de ideas tomadas al azar, de principio a fin el guión tropieza una y otra vez; los diálogos son simples, no convence con las repentinas interacciones entre personajes y deja elementos muy vagos como el famoso eclipse y su influencia; se puede considerar que la historia en general es desbocada, da la impresión como que quieren llegar al final de una sola vez.

Veamos los personajes: Justin Chatwin, quien interpreta a Gokú, ni siquiera intenta llegar al nivel de simpatía que se puede tener de un héroe icónico, trata de parecer inocente e ingenuo pero termina siendo un inadaptado, más aun dentro de una escuela donde hay matones y todo eso que parece ser tan frecuente en las aulas estadounidenses que a uno lo deja realmente hastiado y eso empeora pues llega a parecer la mala imitación de la mala adaptación hecha de Peter Parker en la pasada trilogía de Spider Man; su debilidad (tanto física como emocional) es latente de principio a fin y nunca termina de cuajar, no evoluciona como le pasa a muchos héroes y superhéroes cuando se enfrentan a grandes desafíos, aunque es cierto que en la película no hay grandes desafíos.

Chow Yun Fat, un veterano del cine de acción y de artes marciales, un respetable actor de oriente se dejó seducir por algo, no se qué, para interpretar al maestro Roshi y aunque pone su toque y logra darle a Roshi una personalidad muy peculiar llega al punto de parecer sobreactuado y sin mucho peso. James Marsters (conocido por mucho como el vampiro Spike de la serie de Buffy) interpretando a Piccolo, no tiene mayores líneas y su maquillaje está muy de acuerdo con la figura del original pero deja un tremendo sinsabor al no desplegar el enorme poder que uno esperaría, haciendo que todos se pregunten ¿Y ese era el mero mero?

Por su lado, Emmy Rossum como Bulma parece adpatarse bien a su papel y hace cierta justicia a su personaje dejándola como alguien fuerte, bien parada y algo aventada; Chi Chi (o Milk como quieran) interpretada por la bella Jamie Chung, también se parece un tanto a la de la serie original, en cuestión de ser una chica serena y simpática pero que tiene su lado explosivo y muy dinámico; Mai (papel dado a Eriko Tamura), la contraparte maligna de las ya mencionadas, es un personaje tan secundario, sin casi ni una palabra que decir, el típico secuaz que no pasa a más y que ofende en el sentido de que le han otorgado una forma, casi al calco, de Mystique de los X-Men.

Para terminar, Randall Duk Kim, un veterano actor recordado como El Cerrajero de Matrix Reloaded, logra ser el único más rescatable de los personajes ya que al hacer del abuelo Gohan, aunque por muy poco tiempo, deja la sensación de ser un hombre sabio, astuto y muy buen peleador para su edad. Solo por decir algo, Joon Park hace el papel de Yamcha y lo único destacable es que es alguien tan mal encarado y sin tanto protagonismo que la película se desarrollaría igual sin su presencia.


Dejando de lado a los personajes, nos vamos a la producción en general; si hablamos de efectos especiales puedo asegurar que, al menos, unos cuantos son efectos decentes, los restantes son de una calidad por debajo de los estándares actuales, poniendo en evidencia la poca intensión, en específico de los estudios FOX, por darle la importancia debida al film. Hay que destacar que los vehículos usados, tanto por Bulma como por Yamcha, y las ciudades en las cuales transitan son muy interesantes ya que destacan un cierto futurismo que alude a los escenarios de la serie.

La fotografía solo en un par de escenas es destacable como en las del amanecer o atardecer en un lago, lo restante pasa sin pena ni gloria; en cuestión cinematográfica, no hay novedades que destacar, los movimientos de cámara, en muchos casos, son totalmente arítmicos y desinconizados con las coreografías de pelea y hay una insolente cantidad de secuencias que utilizan la famosa cámara lenta pero para resaltar situaciones o detalles absolutamente irrelevante como una patada o una voltereta que no abonan en nada a la historia y eso que las peleas y batallas a lo largo de la película son muy pocas. Y la edición deja mucho que desear, al hacer cortes tan bruscos de una secuencia a otra y cortando la poca continuidad que se tiene en alguna partes del film.

La presencia del monstruo Oozaru es de lo más absurda al igual que los "clones" de Piccolo, tanto por lo que realizan como por su presencia, la cual, solo recuerda a los trajes de criaturas usados en películas anteriores a la revolución digital. Es cierto que, hablando de seres, historias y demás; las caricaturas, especialmente las de antaño, eran en cierto grado ridículas y solo buscaban entretener sin una base sólida o queriendo atraer a un público maduro, pero, eso no es excusa para que una adaptación no trate la idea original de una caricatura con la importancia o respeto debido y más aun cuando en su texto habla de una evolución de la idea, situación que hace que la película quede muy en deuda con el espectador.


En la trama no hay giros inesperados o subhistorias destacables (aparte del romance Gokú-Chi Chi), no tiene una banda sonora que de buenos compases y en general el ritmo no permite que en el público tensión, expectativa, interés o esa cosquilla de ¿qué irá a pasar?, no toca fibras sensible de ningún tipo y no hace que sintamos esa motivación o aceleración al enfrentarnos a algo espectacular como la esperadísima batalla final entre Piccolo y Gokú que es de lo más suave, sin gracia y tan mal realizada para tratarse del clímax del film que, a mis vecinos y a mi, nos dejo aburridos y convencidos de que lo que vimos era el resultado de hacer una película sin cariño, sin seriedad y solo por sacar algo; grave error de FOX, grave error de Wong y de los demás involucrados.

Una opinión muy personal y sin ser, ofensivamente, subjetivo... en ésta película no puedes decir "me sentaré y la disfrutaré" pues no hay nada que disfrutar; tampoco puedes decir "es una película para niños", una gran mentira, actualmente los niños son más avispados y ya han visto películas mucho más complejas, entretenidas y espectaculares como para que ellos también le den el visto bueno a éste remedo de film.

P.D.: El dragón Shen Long no es para nada espectacular, parece una lagartija brillante más parecida a las crías del Godzilla de Ronald Emmerich.

Imagenes propiedad de rottentomatoes

1 comentario:

Mundo dijo...

la pelicula es una verdadera kagada desde cualkier punto de vista ke se le kiera ver