martes, 7 de julio de 2009

TRANSFORMERS THE REVENGE OF THE FALLEN. Parafernalia Pura


Durante dos años los Autobots, una raza de robots alienígenas, ha colaborado en secreto con la milicia terrestre para contrarrestar las actividades de sus enemigos, los Decepticons, quienes se esparcieron por el planeta después de la muerte de su líder Megatrón. Ahora una nueva amenaza se cierne sobre el mundo de la mano de un oscuro ente conocido como Fallen.

"Estoy viendo símbolos" Sam Witwicky

Dos años han pasado desde que el director Michael Bay, conocido por películas como Armaggedon y Pearl Harbor, trajo a la pantalla grande aquella serie animada que muchos disfrutamos en nuestra infancia; los Transformers se han convertido en un cierto tipo de obsesión para Bay puesto que se ha dedicado enteramente a ellos, lo cual no quiere decir que tenga fantásticos resultados.

Durante toda mi vida pasé esperando una película sobre los Transformers, más allá de la genial película animada de 1986, y cuando pude ver la primera de Bay quedé bastante complacido pero no del todo satisfecho; en ésta ocasión La Venganza de los Caídos se supuso, desde que estaba en rodaje, sería mejor que la primera en todos los aspectos y que se convertiría en el bombazo del año…


Empecemos hablando del apartado visual, Bay tiene un ojo muy arriesgado en la cuestión de acción y que a más de alguno ha dejado con mareos después de tantos movimientos de cámara muy audaces; la calidad de los efectos especiales tradicionales y digitales es extremadamente brutal y se lleva un reconocido aplauso de pié porque han logrado escenas increíbles (hablando de imponencia y no de inverosimilitud), en ésta oportunidad los robots son en mayor cantidad, con más variedad y colorido, más y mejores enfrentamientos y con una mayor compactación de los personajes (robots) ya que no son tanto un manojo de fierros inentendibles como en la primera, pero no dejan de ser muy complicados a la hora de que el público trate de ubicar sus diferentes partes, en especial en las peleas.

Los escenarios han sido muy bien escogidos y ahora tenemos un tipo de tour por el mundo y las diferentes culturas que, al menos, nos permiten dejar de lado, por momentos, el ya aburrido, trillado y más que reconocido territorio estadounidense; aunque cae irremediablemente en el bache de los estertotipos (especialemente en las representaciones de ciudadanos de otros paises) y del ampliamente repugnante ultranacionalismo estadounidense. Bay nos da desde el principio acción y esa no para hasta el final, solo teniendo esporádicos momentos necesarios para el desarrollo de la trama y para que los personajes interactúen especialmente en el apartado cómico, el cual, está bastante presente… aunque ligado en su mayoría a las connotaciones sexuales que están a la orden del día (situación que se dio en la primera pero en menor escala) y que fastidian el buen gusto del espectador.

Pero, ahora bien, el marco argumental de Transformers The Revenge of the Fallen parece ser más guiado hacia una búsqueda que, en más de alguna secuencia, solo hace que el público traiga a la memoria cualquiera de las películas de Indiana Jones y más aun si tenemos en cuenta que Shia LaBeouf participó de la última aventura del clásico personaje; una búsqueda que cubre más de la mitad de la película y que se adentra, por momentos, en secuencias sin sustancia y que son solo salvadas por la acción que en ellas impera, si uno es muy alerta puede hasta detectar escenas que parecen tomadas de la ya mencionada Pearl Harbor.


Si uno vio la primera película podrá vislumbrar que hay muchos elementos que Bay fusiló indiscriminadamente para ponerlos en ésta secuela, el argumento se vio empobrecido al querer sacar tantos personajes que no abonaron en nada a la historia y tampoco sirvió para darles un digno desarrollo al resto como hizo, por ejemplo, J.J. Abrams con esa enorme cantidad de personajes que tuvo su versión de Star Trek.

Centrándonos en los personajes principales, ya que no acabaría si menciono a todos los que aparecen entre humanos y robots, tenemos de nuevo a Shia LaBeouf como Sam Witwicky el chico que hace dos años logró el primer contacto con éstos entes robótico; LaBeouf ha hecho en ésta ocasión que su personaje se vea un poco más “vivo” aunque no deja de lado esa parte un tanto estúpida que no deja de faltarle gracia y, desgraciadamente, se convierte de nuevo en ese famoso “elegido” que abunda en casi todas las películas venidas de Hollywood desde la revolución impuesta por The Matrix.


Megan Fox es, y seguirá siendo, el más actual y juvenil símbolo sexual de la industria cinematográfica y en ésta segunda película como Mikaela Banes, la novia de Sam, se mantiene en el nivel de la primera, en otras palabras, aunque la chica es muy guapa y sexy, solo se queda en eso… un estereotipo más agregado a la larga lista de mujeres convertidas en objeto del deseo, sino fuera por el vínculo con Sam y los Autobots el personaje de Mikaela sería intrascendente para la trama total de ambas películas.

Ahora el caso de los robots, Bay se arriesgó y definitivamente perdió al meter una cantidad obscena de robots tanto Autobots como Decepticons ya que muchos solo sirvieron de simple relleno desperdiciando su potencial, a unos no se les alcanzó a desarrollar mejor y a otros se les dio demasiado tiempo en cámara sin ser personajes que sostuvieran la historia (hablo de los gemelos Skids y Mudflap). Es una gran lástima que tanto el esperadísimo Devastator, Megatrón, Starscream y Fallen no llegasen a tener un desarrollo adecuado, sus intervenciones son valiosas solo por momentos y su presencia en pantalla, especialmente del último, es reducida a su más mínima expresión dejando una pobre impresión aunque se suponía que era el más malo de los malos y del que todo el mundo debía cuidarse.


De toda ésta maraña solo se salvan Jetfire, Bumblebee y Optimus Prime, el primero es el típico viejo sabio con un temperamento muy terco pero que en lugar de caer mal se gana al público, el segundo sigue siendo igual de simpático que en la primera, amigo incondicional de Sam y es uno de los más destacables en la trama ya que su fidelidad se mantiene intacta; por último pero no menos importante está el emblemático líder de los Autobots, Optimus no solo ha evolucionado desde la primera entrega sino que despliega un arsenal que hace eco del poder que denotaba en la serie animada, dándonos a un guía nato, íntegro y con voz de mando superior a la que podría tan siquiera soñar Megatrón.

Al final de cuentas, Transformers The Revenge of the Fallen es una fuente de entretenimiento puro, con una potente banda sonora, acción desmedida, explosiones y batallas a granel, por obvias razones (y viendo quién es el director) es imposible pedirle que logre combinar dichos elementos con un argumento de mayor valía, ya que si el guión se empieza a desmenuzar, una de las premisas sobre cierto acontecimiento ocurrido en el comienzo de la humanidad no logra engranar del todo con el resto del argumento y deja a todos aquellos que somos muy criticos con un gran "WHAT THE FU**!!??".

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