martes, 23 de septiembre de 2008

ELIZABETH, emerge Cate Blanchett

Hace ya diez años (1998) se estrenó el film Elizabeth, dirigido por Shekhar Kapur y con una Cate Blanchett que se consolidaba en el alto mundo del cine con el papel protagónico, una película que se me había escapado todo este tiempo. Así que con motivo de bloguear la segunda parte, Elizabeth The Golden Age (se ha estrenado en nuestro país casi un año después que en USA) he decidido ver antes la primera parte.

La historia narra cómo la hija del rey Enrique VIII, Elizabeth I (o Isabel I en español), llega a convertirse en la reina de Inglaterra en 1558, la última de la dinastía de los Tudor. Elizabeth era considerada por muchos nobles como una hija ilegítima, siendo fruto del polémico matrimonio del célebre y despiadado rey con Ana Bolena (a quien envió a la guillotina). La película es buena, no solo por lo interesante de la historia que nos cuenta, o todas las locaciones y vestuarios de la época, sino por sus excelentes interpretaciones, aunque claro, quien sobresale de manera contundente es la actriz australiana.

En un inicio vemos a una Inglaterra gobernada por los reyes católicos María y Felipe, donde se perseguía a los protestantes y se quemaba en la hoguera a todos los "herejes". Como la reina María no tenía descendientes, muchos en la corte temían que el poder pasara a Elizabeth, la "bastarda", así que tratan de inculparla de traición al reino, de manera que fuera ejecutada "legalmente" y el reino permaneciera en manos de católicos (la princesa era protestante, como su padre). Toda la atmósfera mostrada es oscura y lúgubre, transmitiéndonos la decadencia en la que el reino se encontraba. Cuando la reina María muere sin atreverse a firmar la condena de muerte de su hermanastra, Elizabeth es nombrada reina, con el pesar de muchos de los cortesanos, pero allí es donde empieza la historia.

Como lo dije anteriormente, la interpretación de Cate Blanchett es magistral, ella logra conseguir uno de los ingredientes casi infaltables en toda buena película, y me refiero a poder representar la evolución de un personaje; por supuesto que el guión tiene algo que ver, pero sin duda alguna no lo es todo, ¿cuántas películas tienen protagonistas que empiezan bien pero que no logran evolucionar al ritmo del filme?, y es que Cate logra transmitir ése paso de la inocencia juvenil a la adultez implacable de su personaje, pero al mismo tiempo, mostrando esa determinación que debió tener Elizabeth aún siendo muy joven. Al principio, es una princesa, sonriente, juguetona... como cualquier joven, libre de las preocupaciones reales; en su encarcelamiento, aunque temerosa y asediada por los falsos cargos de traición con la que la atacan sus jueces, se mantiene firme en defender su inocencia, y la defiende con determinación, así como cuando se niega a aceptar el catolicismo que le trata de imponer la reina a cambio de su beneplácito. Cuando es nombrada reina de Inglaterra, en una escena fantástica donde le exclaman la famosa frase ".. la reina ha muerto, larga vida a la reina" empieza una nueva fase, donde comete errores por su inexperiencia, pero que la llevan a cambiar y a endurecer su personalidad, éste cambio se pone de manera más evidente cuando tiene una asamblea con los prelados del reino.


Resulta fascinante ver cómo la vida de ésta importante mujer va cambiando completamente por el poder, casi sin ella quererlo: cómo su consejero William Cecil no piensa en más que casarla con algún monarca que le otorgue ventaja y poderío a Inglaterra, cómo le quieren poner en la encrucijada de elegir entre la iglesia católica y protestante, en ir a pelear batallas que no pueden ganar y por si eso fuera poco, defenderse de los intentos de asesinado en su contra. Ahora bien, ésta evolución va acompañada de otro de los personajes, ése es Sir Francis Walsingham, interpretado por el genial Geoffrey Rush, y digo que la acompaña pues Walsingham es un maquiavélico personaje, con una frialdad y determinación tan firmes como la misma lealtad que le tiene a la reina, él se convierte en su más importante aliado, ya que realiza el trabajo "sucio" pero necesario para que Elizabeth logre superar la enorme cantidad de problemas y enemigos que se le echan encima.


El resto de los personajes estan bien, aunque todos giran alrededor de la luz de Blanchett, Emily Mortimer como su doncella más cercana, Kathy Burke como la reina María Tudor, Richard Attenborough como Sir William Cecil, Fanny Ardant como María de Guise, Christopher Eccleston como el Duque de Norfolk (el principal enemigo de Elizabeth dentro de la corte, y aspirante al trono de Inglaterra), Daniel Craig como un oscuro enviado del Vaticano, entre otros.

Dejo para el final al personaje de Joseph Fiennes, Lord Robert Dudley, amigo íntimo y único interés sentimental real de la joven Elizabeth, para apuntar que el guión se toma algunas libertades respecto de la historia real, por ejemplo, la traición de Robert es incorporada como una forma de justificar la decisión de Elizabeth de no casarse nunca; algo que ha sido más bien un misterio. O bien, la forma y el tiempo en la que son eliminados algunos de los enemigos de la reina. Sin embargo, estas diferencias han sido realizadas para dotar al filme de más coherencia y en general, el relato mantiene lo más importante de esos trascendentales pasajes de la historia de la monarquía inglesa.

Una buena película de época que tiene como principal atracción sus sólidas interpretaciones, siendo la más destacada (y por mucho) a la bella Cate Blanchett, filme que le valió para consolidarse en el mundo del cine como una de las actrices de élite más talentosas (echar un vistazo a su filmografía de la última década) y más codiciadas actualmente.

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