
Hace algún tiempo, en el 2007, cuando fui a ver la quinta entrega de Harry Potter a un cine local, entre varios de los trailers previos a la película en cuestión, proyectaron el primer avance de “La Brújula Dorada”, en éste “teaser” mostraban primero al anillo único (si, el de El Señor de los Anillos) que giraba y luego se convertía en una brújula dorada, y el narrador decía que se acercaba otra trilogía como la exitosa adaptación de los libros de Tolkien; por ésta razón voy a comparar ésta película, hasta cierto punto, con la anterior trilogía de New Line. Llegó enero y me hice de un tiempo para ver ésta adaptación del primero de los libros de Phillip Pullman los cuales han tenido éxito como también polémica.
La película me pareció más o menos buena, a pesar de algunos comentarios negativos que escuché a la salida del cine, con un aspecto y una cinematografía de alta calidad, sin embargo, hay algo que sí me atrevo a asegurar, y es que La Brújula Dorada no es el inicio de otra trilogía a la altura de la obra maestra de Peter Jackson. Y es obvio, ya que el género fantástico ha sido explotado de manera abundante en los últimos años sin que todos los proyectos resulten siempre en buenos filmes, así pues aunque ésta película sea posiblemente mejor que otros títulos recientes (Eragon y Los Seis Signos de la Luz) es inferior a otras que realmente han tenido “éxito” (de crítica y de taquilla) como Narnia, la saga de Harry Potter y cómo no, El Señor de los Anillos.
La Brújula Dorada (The Golden Compass) nos cuenta la historia de un mundo paralelo, un mundo en el que cada “humano” tiene a su lado a un ser “daemon” el cual representa su alma y tiene la forma de algún animal en específico. En éste mundo se ha descubierto que un elemento del universo llamado “el polvo”, que es la esencia de todas las cosas, se puede llegar a utilizar para crear un portal hacia los otros mundos paralelos. Un hombre en especial, Lord Asriel, está dispuesto a viajar al polo norte, lugar donde se ha descubierto dicho polvo en el estado apropiado para su estudio, pero el problema empieza cuando una institución grande y con mucho poder en ese mundo conocida como “El Magisterio” no quiere que nadie averigüe los secretos de dicho polvo, porque de ser así las “verdades” que ellos defienden e inculcan serían desenmascaradas como falsas y “el orden” de las cosas se destruiría. La brújula dorada no es más que otro nombre de los “aeliómetros”, artefactos muy sofisticados que al ser leídos apropiadamente dicen la verdad, y por lo tanto pueden ser utilizados para llegar al polvo. Lyra Belacqua es la niña protagonista de esta historia, sobrina de Lord Asriel y que vive como huérfana en el Instituto Jordan (un colegio de ciencias y metafísica), a ella le es encomendado uno de los aeliómetros (el último conocido) y así empezará un fantástico y lleno de aventuras.
Una de las polémicas ocasionadas por los libros en los que se basa éste filme, es la analogía del Magisterio con instituciones religiosas poderosas, como la Iglesia Católica, sin embargo en la película no han hecho de ésta analogía algo tan explícito; a su vez, los daemons que acompañan a las personas, representaciones físicas de su alma, son algo así como el espíritu acompañante presente en algunas mitologías (En la Mesoamericana podrían ser los nahuales) criaturas destinadas a proteger y servirles.
La película es entretenida, sin embargo, a veces ocurren cosas a las que no se le encuentran una explicación lógica en el momento en que ocurren, por ejemplo: si todos en el Colegio Jordan le temen a la Sra. Coulter y no es alguien en la que puedan confiar, ¿por qué dejan las Autoridades de éste instituto ir a Lyra con ella en un viaje? y por si fuera poco, le encomiendan a la niña la valiosa brújula dorada justo antes de partir. El guión presenta una contradicción al mostrar la lectura de la brújula, en un primer momento se nos explican claramente los pasos que deben seguirse para obtener una respuesta de tan valioso objeto, SPOILER teniendo que mover tres agujas en tres símbolos para hacer una pregunta que reside en la mente de quien la lee y una cuarta aguja se posa sobre uno o más símbolos para responder FIN SPOILER, pero el resto de las ocasiones, cuando Lyra pregunta a la brújula, la respuesta le es presentada en forma de visión sin que podamos ver los símbolos y el significado que puedan tener dentro de la mitología de la historia. Como toda adaptación, es lógico que hayan tenido que cambiar elementos del material original, aunque es posible que la forma en que lo hicieron no haya sido la mejor, lastimosamente no puedo dar una opinión más extensa en éste aspecto porque no he leído el libro.
En cuanto a las actuaciones, ninguna sobresale demasiado, la debutante Dakota Blue Richards hace un papel regular como Lyra Belacqua, con algunos momentos bien logrados y otros poco convincentes, en general está pasable teniendo en cuenta que es su primer filme. Por otro lado tenemos a Daniel Craig, el cual se toma bastante en serio su papel como Lord Asriel a pesar de su poca participación dentro de la película, dejando poco para destacar. Por otra parte, tenemos a la antagonista, la Sra. Coulter, interpretada por la talentosa y consagrada Nicole Kidman, la cual no defrauda como personaje siniestro pero quizás el guión no le da más evolución a su personaje, recordemos que el público siempre espera mucho de una actriz de ése calibre. Eva Green interpreta a Serafina Pekkala, reina de un clan de brujas voladoras y aliada de las “fuerzas del bien”, también tiene una participación limitada sin que pueda lucirse de alguna manera. El resto del reparto incluyen a un Sam Elliot al puro estilo vaquero, la voz de Sir Ian McKellen para el poderoso oso polar para mencionar a los más conocidos.
La película, al igual que La Comunidad del Anillo, empieza con una voz (la de Eva Green, así como en ESDLA es Cate Blanchett) narrando parte de la historia del polvo y la existencia de mundos paralelos, luego se desarrollan los acontecimientos y al fina queda el enganche para la secuela. Sin embargo, a diferencia de la primera parte ESDLA, en ésta película no se siente que se haya concluido un ciclo, como sí ocurría al final de la primera cinta de la trilogía de Peter Jackson; haciendo una comparación, la misión de Lyra no esta del todo clara, como sí lo estaba la misión de Frodo en la Comunidad del Anillo, otro detalle es que aquí no hay una representación del mal absoluta o un enemigo definitivo como Sauron, el Magisterio parece ser una institución muy extensa y con muchos miembros y SPOILER la Sra. Coulter, casi al final del filme, se muestra como si no fuese del todo malvada FIN SPOILER. Hacia el final tenemos una batalla campal, casi como la mayoría de películas fantásticas o épicas, pero queda la sensación de que es una batalla final más.

Los efectos especiales son buenos, pero en algunas ocasiones da la impresión que estamos viendo una película hecha en CGI (sigo pensando que el Oscar para mejores efectos visuales debió ser para Transformers), el oso Iorek Byrnison es de lo mejor y la secuencia en la que pelea con el otro oso para recuperar su honor está muy bien lograda, aunque debo admitir que ésta precisa parte se siente un poco distanciada del argumento central.
Al investigar por internet uno puede entender por qué la película no pudo tener un mejor desarrollo, su director Chris Weitz (con poco currículum en películas de éste genero: codirector de American Pie y About a boy) abandonó el proyecto en 2003, luego fue retomado por Anand Tucker para luego abandonarlo en 2006 por diferencias creativas con New Line, Weitz retomaría finalmente el trabajo hasta concluírlo.
Es una pena que un proyecto tan ambicioso no haya podido ser mejor aprovechado, y es por eso que no veamos una secuela en algún tiempo.
La película me pareció más o menos buena, a pesar de algunos comentarios negativos que escuché a la salida del cine, con un aspecto y una cinematografía de alta calidad, sin embargo, hay algo que sí me atrevo a asegurar, y es que La Brújula Dorada no es el inicio de otra trilogía a la altura de la obra maestra de Peter Jackson. Y es obvio, ya que el género fantástico ha sido explotado de manera abundante en los últimos años sin que todos los proyectos resulten siempre en buenos filmes, así pues aunque ésta película sea posiblemente mejor que otros títulos recientes (Eragon y Los Seis Signos de la Luz) es inferior a otras que realmente han tenido “éxito” (de crítica y de taquilla) como Narnia, la saga de Harry Potter y cómo no, El Señor de los Anillos.
La Brújula Dorada (The Golden Compass) nos cuenta la historia de un mundo paralelo, un mundo en el que cada “humano” tiene a su lado a un ser “daemon” el cual representa su alma y tiene la forma de algún animal en específico. En éste mundo se ha descubierto que un elemento del universo llamado “el polvo”, que es la esencia de todas las cosas, se puede llegar a utilizar para crear un portal hacia los otros mundos paralelos. Un hombre en especial, Lord Asriel, está dispuesto a viajar al polo norte, lugar donde se ha descubierto dicho polvo en el estado apropiado para su estudio, pero el problema empieza cuando una institución grande y con mucho poder en ese mundo conocida como “El Magisterio” no quiere que nadie averigüe los secretos de dicho polvo, porque de ser así las “verdades” que ellos defienden e inculcan serían desenmascaradas como falsas y “el orden” de las cosas se destruiría. La brújula dorada no es más que otro nombre de los “aeliómetros”, artefactos muy sofisticados que al ser leídos apropiadamente dicen la verdad, y por lo tanto pueden ser utilizados para llegar al polvo. Lyra Belacqua es la niña protagonista de esta historia, sobrina de Lord Asriel y que vive como huérfana en el Instituto Jordan (un colegio de ciencias y metafísica), a ella le es encomendado uno de los aeliómetros (el último conocido) y así empezará un fantástico y lleno de aventuras.
Una de las polémicas ocasionadas por los libros en los que se basa éste filme, es la analogía del Magisterio con instituciones religiosas poderosas, como la Iglesia Católica, sin embargo en la película no han hecho de ésta analogía algo tan explícito; a su vez, los daemons que acompañan a las personas, representaciones físicas de su alma, son algo así como el espíritu acompañante presente en algunas mitologías (En la Mesoamericana podrían ser los nahuales) criaturas destinadas a proteger y servirles.
La película es entretenida, sin embargo, a veces ocurren cosas a las que no se le encuentran una explicación lógica en el momento en que ocurren, por ejemplo: si todos en el Colegio Jordan le temen a la Sra. Coulter y no es alguien en la que puedan confiar, ¿por qué dejan las Autoridades de éste instituto ir a Lyra con ella en un viaje? y por si fuera poco, le encomiendan a la niña la valiosa brújula dorada justo antes de partir. El guión presenta una contradicción al mostrar la lectura de la brújula, en un primer momento se nos explican claramente los pasos que deben seguirse para obtener una respuesta de tan valioso objeto, SPOILER teniendo que mover tres agujas en tres símbolos para hacer una pregunta que reside en la mente de quien la lee y una cuarta aguja se posa sobre uno o más símbolos para responder FIN SPOILER, pero el resto de las ocasiones, cuando Lyra pregunta a la brújula, la respuesta le es presentada en forma de visión sin que podamos ver los símbolos y el significado que puedan tener dentro de la mitología de la historia. Como toda adaptación, es lógico que hayan tenido que cambiar elementos del material original, aunque es posible que la forma en que lo hicieron no haya sido la mejor, lastimosamente no puedo dar una opinión más extensa en éste aspecto porque no he leído el libro.
En cuanto a las actuaciones, ninguna sobresale demasiado, la debutante Dakota Blue Richards hace un papel regular como Lyra Belacqua, con algunos momentos bien logrados y otros poco convincentes, en general está pasable teniendo en cuenta que es su primer filme. Por otro lado tenemos a Daniel Craig, el cual se toma bastante en serio su papel como Lord Asriel a pesar de su poca participación dentro de la película, dejando poco para destacar. Por otra parte, tenemos a la antagonista, la Sra. Coulter, interpretada por la talentosa y consagrada Nicole Kidman, la cual no defrauda como personaje siniestro pero quizás el guión no le da más evolución a su personaje, recordemos que el público siempre espera mucho de una actriz de ése calibre. Eva Green interpreta a Serafina Pekkala, reina de un clan de brujas voladoras y aliada de las “fuerzas del bien”, también tiene una participación limitada sin que pueda lucirse de alguna manera. El resto del reparto incluyen a un Sam Elliot al puro estilo vaquero, la voz de Sir Ian McKellen para el poderoso oso polar para mencionar a los más conocidos.
La película, al igual que La Comunidad del Anillo, empieza con una voz (la de Eva Green, así como en ESDLA es Cate Blanchett) narrando parte de la historia del polvo y la existencia de mundos paralelos, luego se desarrollan los acontecimientos y al fina queda el enganche para la secuela. Sin embargo, a diferencia de la primera parte ESDLA, en ésta película no se siente que se haya concluido un ciclo, como sí ocurría al final de la primera cinta de la trilogía de Peter Jackson; haciendo una comparación, la misión de Lyra no esta del todo clara, como sí lo estaba la misión de Frodo en la Comunidad del Anillo, otro detalle es que aquí no hay una representación del mal absoluta o un enemigo definitivo como Sauron, el Magisterio parece ser una institución muy extensa y con muchos miembros y SPOILER la Sra. Coulter, casi al final del filme, se muestra como si no fuese del todo malvada FIN SPOILER. Hacia el final tenemos una batalla campal, casi como la mayoría de películas fantásticas o épicas, pero queda la sensación de que es una batalla final más.

Los efectos especiales son buenos, pero en algunas ocasiones da la impresión que estamos viendo una película hecha en CGI (sigo pensando que el Oscar para mejores efectos visuales debió ser para Transformers), el oso Iorek Byrnison es de lo mejor y la secuencia en la que pelea con el otro oso para recuperar su honor está muy bien lograda, aunque debo admitir que ésta precisa parte se siente un poco distanciada del argumento central.
Al investigar por internet uno puede entender por qué la película no pudo tener un mejor desarrollo, su director Chris Weitz (con poco currículum en películas de éste genero: codirector de American Pie y About a boy) abandonó el proyecto en 2003, luego fue retomado por Anand Tucker para luego abandonarlo en 2006 por diferencias creativas con New Line, Weitz retomaría finalmente el trabajo hasta concluírlo.
Es una pena que un proyecto tan ambicioso no haya podido ser mejor aprovechado, y es por eso que no veamos una secuela en algún tiempo.